Wanda Nara voló a Estambul para que sus hijos vieran a Mauro Icardi, con quien no pudieron pasar la Navidad y el Año Nuevo. La emoción fue total en el reencuentro, y el jugador hasta mostró parte su estrategia para recuperar su matrimonio: colgó en el living un cuadro pintado a mano inspirado en una foto romántica de la pareja.
Aunque vivirán en departamentos separados, la empresaria no dejó de lado sus lujos. A través de las redes sociales, expuso cómo es su nueva vida allí y sus seguidores quedaron impactados: se la vio trasladándose en limusina, yendo a restaurantes premium y paseando con sus looks de Louis Vuitton, su marca favorita.
La mediática se quedaría en Turquía hasta junio, cuando Icardi termine su contrato con el Galatasaray. Aunque su idea era instalarse en Milán, donde tiene varias casas, todo indica que apostará por Buenos Aires, ya que su hijo Valentino se sumó a las inferiores de River Plate.
Los seguidores de Wanda están convencidos de que pronto anunciará oficialmente que se reconcilió con el rosarino, el mismo al que le pidió el divorcio en octubre.
En una reciente entrevista con Hola!, Wanda expuso que Mauro no aceptaba la separación. "No quiere separarse. Pero lo cierto es que, desde octubre, decidí poner distancia. Las cosas no fluían. Nos peleábamos Hay situaciones en las que es mejor separarse para que continúe la paz familiar. Veo muchísima gente que llega a grande con un matrimonio horrible y eso ¿de qué te sirve? No hay un premio por aguantar. Quiero alguien que me haga feliz y que dure lo que dure la felicidad y la tranquilidad. Si tuviera un novio, los primeros en enterarse serían mis hijos, que son muy pegados a mí", comentó.
Semanas antes, ante Vanity Fair, enumeró los motivos que la llevaron a pedirle el divorcio. “No le gusta la idea de que le quite la atención a la familia. Hace poco le expresé a Mauro mi deseo de volver al trabajo y no le gustó. Es raro que la mujer de un futbolista trabaje. En la Argentina me siguen ofreciendo programas para conducir, me gusta mucho la televisión, también en Italia tengo dos proyectos que deberían empezar en marzo. Pero todo esto no significa descuidar a mis hijos. Mauro entrena solo dos horas al día, el resto del tiempo está en casa. Él puede ayudarme, ¿no?”, se preguntó.
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