Arrancó el otoño gran parte del país y con él llegaron los días ideales para escaparse unos kilómetros de la ciudad. Semana Santa se presenta como una excelente oportunidad para salir a recorrer Córdoba y descubrir destinos poco conocidos, perfectos para relajarse sin multitudes ni largas distancias.
San Pedro, una pequeña localidad del valle de Paravachasca, aparece como una alternativa distinta a los clásicos del turismo serrano. Ubicado a pocos kilómetros de San Clemente, el entorno natural de esta localidad sorprende por su belleza, sus arroyos y caminos rurales que cruzan la vegetación serrana y crean rincones únicos para disfrutar del aire libre.
Escapada a San Pedro, un pueblo de Córdoba a orillas de río escondido
Entre los atractivos de San Pedro, el río San Pedro se lleva todas las miradas. A la altura de la entrada al pueblo, un cartel indica su presencia y da la bienvenida a quienes deciden frenar, bajar del auto y explorar el lugar. Un sendero conduce a un espacio tranquilo, con piedras grandes y planas que se transforman en el escenario ideal para pasar la tarde.
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Allí, el agua fluye entre las rocas, rodeada de árboles altos que brindan sombra y silencio. El sonido del río y el entorno verde invitan a quedarse sin mirar el reloj.
Para quienes disfrutan de caminar, el mismo sendero continúa hacia la derecha, bordeando el curso del río. La humedad del ambiente permite que crezcan distintas especies de arbustos y árboles como álamos, zarzamoras, colas de zorro y siempreverdes. A lo largo del recorrido, el río cambia de forma: a veces se angosta como un arroyo y otras veces se ensancha, mostrando su cauce más fuerte.
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Después de unos metros, el sendero llega a una curva del río, donde se forman hoyas de mayor profundidad. En el margen opuesto, aparece una playita de arena que resulta perfecta para sentarse, desconectar del mundo y dejar que la naturaleza haga lo suyo.
Cómo llegar a San Pedro, un pequeño pueblo con un río escondido
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