Esto es lo que implica el acuerdo entre OpenAI y Disney, y por qué debería preocuparte
Una alianza multimillonaria promete “magia” con inteligencia artificial, pero también abre la puerta a un futuro donde la creatividad de los fans queda cada vez más vigilada y limitada.
Esto es lo que implica el acuerdo entre OpenAI y Disney.
Disney se asoció con OpenAI para que los usuarios puedan generar imágenes y videos usando personajes icónicos de su catálogo. Las herramientas de OpenAI se integrarán en distintas plataformas de la compañía. Sin embargo, el acuerdo deja abiertas muchas preguntas sobre la libertad creativa y las oportunidades artísticas, cuestiones que por ahora no tienen respuestas claras.
"The Walt Disney Company and OpenAI reach landmark agreement to bring beloved characters from across Disney’s brands to Sora" pic.twitter.com/BqvF1zSyov
Disney y OpenAI: la licencia que abre la puerta a crear con personajes icónicos
The Walt Disney Company y OpenAI firmaron un acuerdo por el cual cientos de personajes, objetos, vehículos y mundos del universo Disney quedan licenciados para ser usados por los modelos de OpenAI. En la práctica, esto permitirá crear imágenes en ChatGPT y cortometrajes con Sora, la plataforma de video con IA de OpenAI.
La fantasía es tentadora: Yoda manejando el camión de Pizza Planet por Arendelle, con Deadpool de copiloto, sin que llegue una carta documento de los abogados de Disney.
Pero detrás del brillo y la épica del marketing hay una historia bastante más compleja —y bastante menos inocente—, como esas precuelas o remakes en acción real que Disney no deja de producir. La inversión de mil millones de dólares convierte a Disney en un cliente corporativo clave de OpenAI y, al mismo tiempo, abre su gigantesco cofre de propiedad intelectual para que los modelos de IA lo remezclen todo.
Para empezar, ¿qué es exactamente lo que se ofrece? Más de 200 personajes animados o enmascarados del multiverso Disney podrán ser utilizados por las herramientas de generación de imágenes y video de ChatGPT y Sora. El acuerdo, eso sí, excluye de manera explícita la imagen y la voz de actores reales. Incluir a todas las personas asociadas a personajes de Disney, Pixar o Marvel sería una pesadilla legal, incluso para los ejércitos de abogados que Disney ya tiene.
Disney y OpenAI presentan esta alianza como un paso hacia una “IA centrada en las personas” y una “narración responsable”.
Disney y OpenAI firman un acuerdo histórico para crear videos con personajes de sus franquicias.
Disney y OpenAI firman un acuerdo histórico para crear videos con personajes de sus franquicias.
Imaginación en modo remix
Es fácil entender el atractivo inicial de juntar personajes de Disney, Marvel y Pixar. De hecho, esa es la base de películas como Rompe Ralph o incluso de cruces más recientes. Pero la generación sintética de imágenes y videos no se acerca ni de lejos a ese nivel narrativo. Reduce a los personajes a estampitas del “¿te acordás de esto?”, vacías de sentido, con menos profundidad que las historias que cualquiera inventa jugando.
Censura y límites invisibles
¿Esto lleva a la censura?OpenAI ya filtra resultados bajo criterios de “seguridad y confianza”, y Disney es famosa por cuidar su marca hasta el extremo. Evitar contenidos dañinos suena bien, pero esa definición puede ser mucho más estrecha que la tuya, o incluso que la de tus hijos. Bloquear sátiras, críticas a Disney u OpenAI, o cualquier cosa que incomode a sectores conservadores, difícilmente pueda llamarse un “renacimiento creativo”.
Disney firmó un acuerdo de tres años con OpenAI para permitir el uso de sus personajes en el generador de video Sora.
Disney firmó un acuerdo de tres años con OpenAI para permitir el uso de sus personajes en el generador de video Sora.
El costado laboral de la IA Disney
Animadores independientes y artistas de efectos visuales vienen advirtiendo que pueden quedar fuera del sistema. Si una IA puede generar en segundos una escena “estilo Pixar” con Luke Skywalker, es poco probable que los ejecutivos sigan pagando a artistas junior, ilustradores de fondos o animadores que tardaron años en perfeccionar su oficio, incluso si el resultado humano es muy superior.
El antecedente de Disney no tranquiliza. En los últimos años, la empresa recortó personal de forma constante, sobre todo en áreas de desarrollo creativo, y tercerizó cada vez más trabajos de animación.
Mientras tanto, Disney planea usar ChatGPT para todo: marketing, guiones, atención al cliente. La inversión de mil millones de dólares no es solo acceso a tecnología, sino influencia. A medida que OpenAI dialogue con reguladores y se definan nuevas reglas, Disney tendrá un lugar privilegiado en esa mesa. Eso puede traducirse en normas que prioricen el control de las grandes marcas por sobre el uso legítimo o los derechos de los artistas.
Disney con SORA video AI de OpenAI
Disney con SORA video AI de OpenAI
El panorama es preocupante
Aunque Disney y OpenAI aseguran que “respetarán los derechos de los creadores”, no explican cómo se va a compensar, acreditar o siquiera reconocer a los artistas cuyo trabajo sirvió para entrenar estos modelos.
La IA generativa promete magia, pero también pide que mires para otro lado.