Adiós al lavarropas nuevo: el truco para que el tuyo lave mejor que uno recién comprado

La clave está en algo simple, pero muchas veces olvidado: la limpieza interna del tambor, el filtro y el sistema de detergente. Este mantenimiento periódico es esencial para evitar acumulación de residuos que reducen la eficacia del lavado.

Según la mayoría de los fabricantes, hacer una limpieza interna una vez cada 1 o 2 meses mejora el rendimiento, previene malos olores y prolonga la vida útil del equipo.

LEER MÁS ► Adiós al Smart TV: el truco para modernizar un televisor viejo solo con un puerto HDMI

Cómo hacerlo, paso a paso:

1- Ciclo de lavado vacío con vinagre o productos específicos

• Usá un litro de vinagre blanco (o pastillas limpiadoras para lavarropas) en el tambor vacío.
• Ejecutá un ciclo largo con agua caliente (60 °C o más).
• Esto disuelve restos de detergente, suavizante, sarro y moho.

2- Limpieza del filtro de desagüe

• Localizá el filtro (suele estar abajo, detrás de una tapa).
• Sacalo con cuidado y eliminá restos de pelusas, monedas u objetos.
• Un filtro sucio impide el correcto drenaje y afecta el lavado.

3- Revisión del cajón del detergente

• Sacalo por completo y lavalo con agua caliente y un cepillo de dientes viejo.
• El jabón acumulado impide que el detergente llegue bien al tambor.

4- Secá las gomas y el tambor tras cada lavado

• Evitás la proliferación de hongos y malos olores.
• Dejá la puerta abierta unas horas luego de usarlo.

lavarropas 1.jpg

Una limpieza completa y periódica puede generar un cambio notable en el rendimiento del lavarropas.

¿Y si no mejora?

Si después de esta limpieza profunda notás que sigue sin lavar bien, el problema puede estar en el motor, el programador o una falla técnica. En ese caso, consultá a un técnico matriculado o al servicio oficial de la marca.