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Sonia Tessa |

Compromiso con los derechos humanos: el Colegio de Psicólogos de Santa Fe rechaza las terapias de "conversión"

El directorio del colegio profesional emitió un comunicado en consonancia con la resolución del Tribunal de Ética, que decidió medidas reparatorias a un psicólogo y artista que hace 15 años fue sometido por un psicólogo rosarino, que también atiende en Santa Fe, a un tratamiento para cambiar su orientación sexual.

El Colegio de Psicólogos de Santa Fe empezó a cumplir con las medidas reparatorias previstas por el Tribunal de Ética ante la denuncia de Gastón Onetto, un joven que hace 15 años sufrió una llamada “terapia de conversión”, que consistía en “curar” la orientación sexual como si fuera una enfermedad. El artista y psicólogo hizo la denuncia y si bien el profesional denunciado no fue sancionado -por considerar prescripta la acción-, el órgano disciplinario emitió un sustancioso dictamen que equipara estos tratamientos con métodos de tortura, violatorios de los derechos humanos.

Ahora, el Colegio se compromete a socializar lo dispuesto “para llevar adelante una campaña de concientización sobre la gravedad de estas prácticas que inciden sobre la subjetividad de un modo arrasador” y también organizará “capacitaciones en perspectiva de género y disidencias como así también en materia de derechos humanos y salud mental”.

Otra de las medidas que impulsará el Colegio es “la reelaboración del artículo 38 de los Estatutos, para que algunas causas no prescriban, enunciando las excepciones y de esta manera se pueda aplicar la sanción ética cuando se amerite”. La difusión nacional es otra de las acciones que comprometen.

“Quienes estuvieron expuestos a estas prácticas aberrantes han sido traumatizados, y subsumidos en padecimientos psíquicos. El dolor y el sufrimiento concomitante cobran un lugar trascendental en quienes han sido sometidos a estos procedimientos”, expresó el Tribunal de Ética.

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Las terapias de conversión violan la ley, pero siguen realizándose. La decisión de Onetto de recurrir al Colegio de Psicólogos se debió –entre otros motivos- a ver que el mismo psicólogo que le hizo daño sigue trabajando y graba videos de YouTube con estos conceptos.

Las terapias de conversión violan la ley, pero siguen realizándose. La decisión de Onetto de recurrir al Colegio de Psicólogos se debió –entre otros motivos- a ver que el mismo psicólogo que le hizo daño sigue trabajando y graba videos de YouTube con estos conceptos.

Ahora, el propio Directorio del Colegio hizo público un pronunciamiento “en concordancia con la resolución” y reafirma que este tipo de tratamientos “constituyen una violación flagrante de los derechos a la autonomía corporal, la salud y la libre expresión de la propia orientación sexual e identidad de género, lo cual se agrava cuando se llevan a cabo por la fuerza, representando además una violación a la prohibición de la tortura y los malos tratos, tal como ha sido receptado en numerosos tratados y convenciones internacionales reconocidos por el Estado Argentino”.

La resolución del Tribunal de Ética lleva las firmas de Laura Serra, Analía Zapata y Virginia Iovaldi. Luego, desde el Directorio enfatizaron su “repudio a las denominadas ‘terapias de conversión, restauración o conversión de género’”. El Colegio subraya que estas “terapias” se “constituyen en prácticas deshumanizantes y atentan contra la salud, la autonomía, la dignidad e integridad”. El respeto a la orientación sexual y la identidad de género son parte fundamental de cualquier práctica profesional, como parte del respecto a los derechos humanos. “Que todos los mecanismos destinados a lograr la conversión son inherentemente humillantes, denigrantes y discriminatorias; lo cual combinado con los efectos que tienen la sensación de impotencia y la humillación extrema en los sujetos, generan profundos sentimientos de vergüenza, culpabilidad, autoaversión e inutilidad, que pueden menoscabar el autoconcepto y provocar cambios permanentes en la personalidad de quien lo sufre”, sigue la resolución que hace suya el directorio del Colegio.

AIRE publicó el domingo el resultado de la denuncia de Gastón Onetto, quien decidió recurrir al Colegio de Psicólogos al ver que este tipo de tratamientos se siguen realizando, que el profesional que lo atendió sigue trabajando, e incluso graba videos por YouTube. Es un psicólogo rosarino que también está matriculado para atender en la ciudad de Santa Fe.

El Tribunal de Ética indica que el Colegio debe asumir institucionalmente campañas de difusión, como mecanismo para detectar, prevenir, sancionar y erradicar estas prácticas. Y también le requieren que realice la promoción, capacitación y actualización de contenidos académicos y protocolos de atención “basados en la perspectiva de géneros y disidencias”, conformes a los nuevos paradigmas de derechos humanos que en Argentina tienen rango constitucional.

El comunicado del Colegio toma la resolución del Tribunal y sostiene que “los daños ocasionados por estas terapias comienzan con la noción de que una persona está enferma o es anormal a causa de su orientación sexual o identidad de género y, por lo tanto, debe ser corregida, lo que inevitablemente da lugar a un proceso de victimización. La pérdida considerable de autoestima, la ansiedad, el síndrome depresivo, el aislamiento social, las dificultades para establecer relaciones íntimas, el autoodio, la vergüenza y el sentimiento de culpabilidad, la disfunción sexual, las ideas suicidas y sus intentos, los síntomas de trastorno por estrés postraumático y, con frecuencia, el dolor y sufrimiento físico considerables, son algunos de los profundos efectos que estas prácticas tienen en las personas”.

La denuncia de Onetto es también una oportunidad para que el Colegio profesional reivindique “estas instancias” -la actuación del Tribunal de Ética- como “un modo reparatorio frente a situaciones traumáticas, como una modalidad de tramitación y elaboración”. “Esto nos permite visibilizar estas prácticas silenciadas, que tienen efectos catastróficos en el psiquismo”.

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