En el norte de la ciudad, las usurpaciones de terrenos federales siguen igual. Entre las calles Matheu y 1° de mayo hace 120 días que se instalaron las carpas, casillas y viviendas precarias. Hoy el espacio está más urbanizado pero la situación es la misma. No tienen ningún servicio como luz ni agua potable, ni tampoco ninguna regulación. Supuestamente siempre está la custodia de Gendarmería aunque trascendió que el control se realiza en automóviles particulares.
Con la instalación de esas viviendas precarias -casillas construidas con palos, plásticos y otros elementos- en un loteo irregular, los vecinos que viven desde siempre en el barrio aseguran que hay momentos en que son blanco de agresiones, precisamente cuando los efectivos de Gendarmería no están. Según el testimonio de una vecina al móvil de Bruno Ballesteros por Aire de Santa Fe los apedrean bajo amenazas para que "dejen de denunciar".
El último relevamiento efectuado por la Municipalidad de Santa Fe arrojó un resultado llamativo: ninguno de los usurpadores está realmente en la calle. O, dicho de otra manera, todos los que persisten en la ocupación de estos terrenos cercanos al CIC de Facundo Zuviría cuentan con un techo donde guarecerse y la mayoría convive con familiares.
Esto no significa que el problema de falta de viviendas no exista. Tampoco que se trate de familias que gozan de un buen pasar económico. En genera son personas de bajos recursos que necesitan de un lugar donde vivir, como tantas otras familias de la ciudad de Santa Fe que enfrentan el mismo problema habitacional.
El Estado nacional tomó la decisión política de permitir que la toma de sus terrenos se consolide, mientras que el Gobierno de Santa Fe optó por no entrometerse de ninguna manera en esta situación. A estas alturas de las circunstancias, luego de los esfuerzos realizados durante las primeras semanas y ante la falta de poder de policía, la Municipalidad de Santa Fe parece haber claudicado frente a esta realidad.
Los vecinos de la zona se asoman por las ventanas y piden soluciones, sienten que nadie los escucha. Hablan de "una usurpación fantasma". Algunos ocuparon un terreno. Otros, los más fuertes, rápidos o con mayor capacidad logística, tomaron dos y hasta tres lotes. Todos están demarcados. Hay de 20 metros por 40. Y también de 20 por 15.
En tiempos de coronavirus y de aislamiento obligatorio, las usurpaciones del norte de la ciudad de Santa Fe siguen como durante los primeros días. Nada cambió demasiado. En la mayoría de los casos, se trata de ocupaciones sin ocupantes. Mientras tanto, alrededor de cinco familias permanecen viviendo en el lugar, y aseguran que lo seguirán haciendo hasta conseguir una casa.
Parece que hubiera pasado una eternidad desde aquel viernes 14 de febrero, cuando el juez federal Francisco Miño ordenó a las fuerzas federales que procedieran a recuperar los terrenos ocupados. El operativo tenía día y hora: desde las 7 de la mañana del domingo 16, Gendarmería debía actuar. El tiempo dejó en claro que desde algún otro lugar se tomó la decisión de no acatar la orden del juez.
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