"Tengo un punto de inflexión en mi vida que fue en un siniestro vial que me modificó la vida. El 10 de mayo del 1998 tuve un siniestro vial dónde iba con mis dos hijos y mi mujer. En ese momento las normativas de tránsito eran diferentes, veníamos de Santo Tomé por Circunvalación Oeste y en una curva mi vehículo pisa una piedra, pierdo el control del mismo con tumbos y sale despedido mi hijo Matías de 4 años siendo trasladado de urgencia al hospital de Niños en gravísimo estado", relata.
"En esa secuencia —siguió— tengo traumatismo de cráneo, fracturé la columna, rompí el vaso, el diafragma y me fisuré la cadera. Es en el hospital Cullen donde me salvan la vida. Mi familia, al momento anterior al accidente, era de mucha armonía y de muchos sueños sin imaginar la tragedia que nos iba a tocar; tres días después del siniestro fallece mi hijo Matías. Yo me enteré a destiempo, cinco meses después del accidente en un momento de mucha fragilidad. Sólo el tiempo, los hechos y la terapia me enseñó a llevar este dolor al punto que hoy, junto a Factor Vial, estoy dando charlas de concientización para dar cuenta a toda la gente que una imprudencia o incumplir una norma de tránsito nos puede modificar la vida.
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Alejandro visitó los estudios de AIRE sumándose a la campaña de seguridad vial que impulsa el medio.
Alejandro tuvo que atravesar más de 4 meses en terapia intensiva, con un proceso de rehabilitación muy largo con terapia ocupacional, fonoaudiología y kinesiología, ante un pronóstico poco alentador de los propios médicos. "Tras este proceso larguísimo, lo primero que digo es que nos demos cuenta de que hoy en día al salir al ocupar el espacio público como peatones, ciclistas o en un vehículo, tenemos que hacerlo de manera responsable. Esa decisión, ese segundo que me cambió la vida, es el mismo que usamos para decidir si usamos el cinturón o el caso en una moto. Estamos preocupados por cuidar más nuestro celular que nuestra propia cabeza", explica.
Alejandro forma parte de Factor Vial hace 5 años y con un equipo de especialistas preparados, recorren las escuelas con charlas y talleres de concientización vial en todos los niveles. "Los más chicos tienen muchas ganas de aprender, están informados sobre la seguridad vial y es maravilloso reforzarlo. La primera tarea de adulto con nuestros hijos es dar el ejemplo".
Tras su propia historia de vida, Alejandro no volvió a ser el mismo. Luego de su recuperación tuvo que repensarse en función de su discapacidad, dando ejemplo de la necesidad de un abordaje integral para las personas con discapacidad en relación a la seguridad vial. "Hemos trabajado en conjunto con asociaciones de personas con discapacidad y hay mucho para mejorar; hay que mirar al otro con empatía", expresa.
Su libro: El arte de Rena Ser
Como forma de visibilizar y dejar registro de todo lo que atravesó, Alejandro plasmó en 160 páginas, su historia. El libro fue presentado en el consejo santafesino en el 2024, en la Feria del libro en la Estación Belgrano y también en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires.
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A 26 años del accidente, Alejandro publicó "El arte de re nacer", donde narra su historia de vida.
"El libro nace por el impulso de dos amigos que me alentaron para que escribiera mi historia. Quiero transmitir, por un lado, la pérdida que da miedo pensar, que es la pérdida de un hijo. El libro resume como transité la discapacidad, de cómo me reinventé. Las personas con discapacidad podemos distinto, le transmito a las personas con discapacidad la importancia de la rehabilitación. Me marcan como una persona resiliente y resiliente, podemos ser todos, porque es cuestión de elegir cómo nos paramos ante la adversidad".
"Tengo las heridas abiertas, pero con esto de concientizar e ir a una escuela y ver a un chico que reacciona positivamente, es satisfactorio. La siniestralidad vial no distingue entre nivel académico, profesión o nivel social. Nos atraviesa a todos", termina.
Embed - Tuvo un accidente hace 26 años y hoy dedica su vida a la seguridad vial