Los cientos de sábalos, palometas y bagres que aparecieron muertos en la laguna Bedetti sorprendieron a los santotomesinos. El nivel del agua en el humedal es bajísimo por la sequía pero los biólogos sospechan que la causa de la mortandad está relacionada con la floración de las algas.
Se lo confirmó Luis Espínola, biólogo del Inali, a Ignacio Laurenti en el móvil de Aire de Santa Fe. “Recién tomamos muestras de oxígeno en la laguna y los parámetros son normales. En un primer momento pensamos que la mortandad podría estar vinculada con un déficit de oxígeno pero es más probable que se haya producido por las toxinas que provienen de la floración de las algas”, advirtió el biólogo.
El color del agua de la laguna -muy verde- también hace sospechar a los investigadores de la presencia de cianobacterias, que hacen fotosíntesis y producen toxinas como las algas.
Con un colega, Espínola también recolectó muestras de los peces muertos y del agua, que es importante para determinar si en el humedal hay contaminación cloacal por conexiones ilegales con la laguna, que es la primera área natural protegida de Santo Tomé. Hace años que los vecinos denuncian que hay olor cloacal en la intersección de calle Mitre y Hernandarias.
La materia orgánica que puede provenir de los efluentes cloacales favorece la formación de algas en un humedal que en este momento no tiene conexión con la cuenca del río Salado por la bajante. Hace años que la Municipalidad de Santo Tomé no habilita la laguna como balneario -si la playa como solarium- porque los análisis bacteriológicos del agua determinan que no se puede utilizar con fines recreativos.
El móvil de Aire de Santa Fe desde la laguna Bedetti.
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