En noviembre de 2013, el Concejo Municipal de Santa Fe aprobó una ordenanza, impulsada por Noelia Chiementín (Frente Progresista), que prohíbe en el ámbito de la ciudad capital de la provincia la quema de cubiertas. Fue en el marco de una normativa que va en contra de la contaminación atmosférica y a favor del control del medio ambiente.
Sin embargo, y pese a la trascendencia de la temática, la normativa no se aplica. En diferentes manifestaciones sociales, muchas veces, la metodología que se aplica es la quema de cubiertas. Sin ir más lejos, en la mañana de este miércoles, se produjeron manifestaciones en distintos puntos de la ciudad. Al menos en la que se llevó a cabo en avenida Alem, los manifestantes quemaron cubiertas.
Desde el Municipio explicaron a AIRE que la ordenanza es de difícil cumplimiento efectivo porque es imposible controlar una quema de cubiertas en una ciudad con más de 3.000 trabajadores de la economía social y protestas programadas todas las semanas. Sobre la posibilidad de aplicar multas, cuestionaron: “¿A quién multaríamos, a una organización social, a una persona que identifiquemos? Es muy difícil”.
El artículo 11° del Anexo I de la Ordenanza N° 9.662 prohíbe “la quema y/o combustión de cubiertas, cámaras o neumáticos de cualquier tipo, estado y dimensión a cielo abierto” como una práctica considerada perjudicial para el medio ambiente.
También se agregó que “en el caso de la quema de cubierta y/o combustión de cubiertas, cámaras o neumáticos de cualquier tipo, estado y dimensión a cielo abierto, se pueda efectuar la denuncia ante los jueces competentes, tomar las previsiones correspondientes y convocar a quien corresponda”.
Al fundamentar la iniciativa, en ese entonces la concejala Chiementín hizo referencia a un estudio realizado por la Universidad de Tucumán. “Nuestra preocupación por este tema nace a partir de un artículo que llega a nuestras manos sobre un estudio realizado en la Universidad de Tucumán por profesores de esta casa de estudios y que quisieron tener pruebas fehacientes de lo que significa la contaminación en este aspecto. Ellos participaron de distintas expresiones públicas donde se procedía a la quema de cubiertas en la ciudad de Tucumán y realizaron estudios que determinaron que la quema de cubiertas representa, en una hora, cien veces más de lo que significa la quema de cualquier otro producto”, indicó.
Chiementín sostuvo que “en nuestra ciudad tenemos que ser conscientes que en un día donde no hay viento igual existe una contaminación que se multiplica varias veces y si corre viento esto alcanza a productos que se exhiben al natural en cualquier lugar como frutas, verduras o cualquier elemento que sea para el consumo doméstico”.
“Las consecuencias en las personas son crisis alérgicas o respiratorias, producen además enfermedades crónicas y son altamente graves como contaminantes en el aparato respiratorio”, advirtió en ese momento la edila.
Como antecedentes en la materia, otras ciudades que han prohibido la quema de estos productos como El Calafate, Guaymallén o Posadas.
En lo que hace a la utilización de estos elementos en protestas en la vía pública, Chimentín afirmó que “lo que no podemos hacer es poner en juego la vida de las personas por un reclamo sectorial o personal”. Y finalizó: “Pensando siempre en la salud del conjunto, esta iniciativa debe discutirse para que tomemos conciencia que cada uno de los santafesinos debemos luchar por un ambiente puro, agradable y sano. Por eso también tantas son las iniciativas que estamos realizando desde este Recinto en beneficio de un medio ambiente más natural y mucho más sano”, reflexionó Chiementín.
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