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Conocé la historia de Silvio y Maricel, quienes decidieron ser hogar de tránsito para bebés en adopción durante más de dos décadas

Silvio y Maricel Fontanini decidieron, hace más de dos décadas, convertirse en hogar de tránsito para bebés que esperaban la adopción. Hoy, ya abuelos, comparten su experiencia para que más gente se anime a dar el paso.

Silvio y Maricel Fontanini desde hace más de dos décadas se dedican a acoger bebés de forma transitoria mientras esperan la adopción. En diálogo con el programa Cuál es el plan de AIRE, la pareja explicó cómo tomaron la decisión de convertirse en un hogar de tránsito y qué significó esto para su familia.

La historia de Silvio y Maricel

Como hogar de tránsito, esta pareja proporcionó un refugio temporal a niños vulnerables, ofreciéndoles amor, estabilidad y un sentido de pertenencia. Su historia es un testimonio del profundo impacto que los padres de tránsito pueden tener en la vida de estos niños. “La decisión fue tomada en familia, la idea la trajo mi esposo”, contó Maricel.

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Silvio y Maricel dieron un hogar a catorce bebés.

Silvio y Maricel dieron un hogar a catorce bebés.

Ella agregó, además, que la única condición que puso fue la de recibir solo bebés recién nacidos debido a los riesgos que podía haber en la casa, por lo que durante sus años como familia de tránsito acogieron muchos pequeños, en ocasiones recién salidos del hospital. Padres biológicos de cuatro hijos, la decisión de Silvio y Maricel fue siempre charlada y consensuada entre todos.

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Respecto al “dejar ir”, Maricel cuenta que es algo para lo que nunca se está preparado. Cada bebé pasaba unos seis o siete meses con la familia, por lo que el momento de entregarlo a sus padres adoptivos siempre es duro: “es un momento que te desgarra”, agregó Maricel.

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La decisión de dar tránsito a bebés fue consensuada con sus hijos biológicos.

La decisión de dar tránsito a bebés fue consensuada con sus hijos biológicos.

La felicidad de los padres adoptivos era siempre una alegría para la familia, y Maricel explica que es algo que siempre les dio las fuerzas para seguir. “Hay que tener claridad que uno recibe un niño por un tiempo determinado”, agrega Silvio sobre la experiencia de ser hogar de tránsito.

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Silvió contó, además, que en muchas ocasiones las familias adoptivas quedan en contacto con él y Maricel, por lo que han podido ver crecer a muchos de los niños a los que dieron un hogar cuando eran bebés. “Somos padrinos del corazón con Maricel”, dice Silvio.

En total, recibieron catorce “angelitos”, como la pareja se refiere afectuosamente a los bebés que pasaron por su hogar. El mayor tiene 22 años y la más pequeña fue adoptada hace dos meses. Ahora, debido a la llegada de los nietos y a la edad de ambos, Silvio y Maricel tomaron la decisión de no recibir más bebés. “Los últimos tránsitos fueron muy duros”, confiesa Maricel.

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Silvio y Maricel consideran que la experiencia fue maravillosa.

Silvio y Maricel consideran que la experiencia fue maravillosa.

A pesar de los momentos amargos de las despedidas, Silvio asegura que la experiencia es maravillosa, y no hay nada más bello que poder entregar un bebé a sus familias. “El que quiere que se anime, y que lo haga”, alienta.

Maricel, por su parte, agrega que “no esperen a que llegue el momento. Ellos llegan a la vida solos, no tienen quien les dé la mamadera, quien les cante, y todo eso podemos hacerlo”. “Ellos no pierden la sonrisa, no lo piensen, avancen y es una obra que queda en el corazón para toda la vida”, cierra con emoción.