En Santa Fe, gracias al Registro Oncohematológico Pediátrico (ROHA), se cuenta con estadísticas precisas que permiten entender la situación en la provincia y trabajar en la detección temprana, una herramienta clave para mejorar la sobrevida de los chicos afectados.
Cifras que importan
Desde el año 2000 hasta 2022, se registraron aproximadamente 2800 casos de cáncer infantil en Santa Fe. De ellos, un 35% falleció, mientras que el 64% logró sobrevivir. Sin embargo, en los últimos dos años la tasa de sobrevida anual aumentó al 70%, un dato alentador en la lucha contra esta enfermedad.
"El registro internacional de sobrevivientes en países con mayores recursos alcanza el 80%, mientras que en algunas regiones de Latinoamérica los niveles llegan solo al 20%", explica la dra. María Fabiana García (matrícula 11534), referente del Programa Provincial de Cuidado del Niño, Niña y Adolescente con Cáncer, Agencia de Control del Cáncer.
Cada año, entre 100 y 120 niños son diagnosticados con cáncer en la provincia de Santa Fe. De ellos, el 80% presenta leucemias agudas, mientras que entre el 20 o 30% restante tiene tumores sólidos.
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El hospital de Niños Orlando Alassia atiende los casos de cáncer pediátrico de la región norte.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Los hospitales públicos que atienden estos casos en la provincia son el Hospital de Niños Orlando Alassia en la región norte y, en la región sur, el Hospital de Niños Victor J. Vilela y el Hospital Provincial de Rosario.
Señales de alerta: cómo detectar a tiempo el cáncer pediátrico
A diferencia de otros tipos de cáncer, el infantil no cuenta con un sistema de prevención primaria. Su detección depende del reconocimiento temprano de los síntomas. "Los niños muchas veces no pueden expresar lo que sienten, por lo que los signos pueden confundirse con enfermedades comunes de la infancia", señala la doctora García. Algunos de los síntomas que requieren consulta inmediata son:
- Fiebres prolongadas sin causa aparente.
- Aparición de petequias (manchitas rojas en la piel) o hematomas que no desaparecen.
- Masas en el cuello que persisten y crecen con el tiempo.
- Distensión abdominal o dolores de panza recurrentes.
- Dolores en huesos o miembros superiores e inferiores que no mejoran con el tiempo.
- Sangrado frecuente en encías sin causa evidente.
"Todo síntoma persistente en el tiempo que no mejora debe ser motivo de consulta con el pediatra", enfatiza la especialista.
El rol del pediatra y la atención médica en Santa Fe
Uno de los principales desafíos en la actualidad es que muchas familias acuden a las guardias pediátricas para tratar estos síntomas, lo que puede generar retrasos en el diagnóstico. "La guardia es para emergencias, pero es fundamental continuar con el pediatra de cabecera, quien conoce el crecimiento del niño y puede hacer un seguimiento adecuado", advierte la especialista.
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Uno de los principales desafíos en la actualidad es que muchas familias acuden a las guardias pediátricas para tratar los síntomas, lo que puede generar un retraso en el diagnóstico.
En la ciudad de Santa Fe, el Hospital Alassia centralizó los servicios de oncohematología, facilitando la atención de los pacientes pediátricos con cáncer en la región norte de la provincia.
El impacto que tuvo la pandemia en los diagnósticos
La llegada del COVID-19 impactó en la atención médica en todo el mundo, y Santa Fe no fue la excepción. "Antes de la pandemia, el diagnóstico precoz estaba mejorando. Sin embargo, durante la crisis sanitaria muchas familias retrasaron la consulta por miedo al contagio, lo que derivó en demoras en la detección de tumores sólidos y linfomas", explica la entrevistada.
Aunque la leucemia suele diagnosticarse rápidamente debido a la rapidez con que genera síntomas, en los tumores óseos el retraso es más frecuente, ya que los primeros signos suelen confundirse con golpes o lesiones menores.
"Recién el año pasado pudimos reorganizar los centros de atención tras la pandemia. Hoy vemos que las consultas han aumentado y que los centros de salud han mejorado su capacidad de respuesta", destaca.
Un mensaje de concientización
En el marco del Día Internacional del Cáncer Pediátrico, la doctora García hizo énfasis en dos mensajes clave: "Primero, la importancia de la consulta y detección temprana ante cualquier síntoma persistente. Segundo, queremos lanzar el programa de seguimiento de sobrevivientes, porque muchos niños que han superado el cáncer necesitan seguimiento a largo plazo para conocer su evolución en la vida cotidiana, su salud y bienestar".
Más allá de las cifras, el mensaje es claro: el cáncer infantil no debe ser un tabú. Existen tratamientos efectivos, y Santa Fe está preparada para enfrentarlo. La clave está en actuar rápido, consultar ante cualquier síntoma y confiar en que el diagnóstico temprano salva vidas.