En los últimos años, la importancia del uso constante y cotidiano del protector solar cobró una relevancia que no había tenido anteriormente. Sin ir más lejos, a fines de octubre, el LIF (Laboratorio Industrial Farmacéutico de Santa Fe) anunció el Protector Solar LIF, convirtiendo a Santa Fe en la primera provincia del país en contar con fabricación pública de este producto.
El Protector Solar LIF tiene un Factor de Protección Solar (FPS) 50+ y filtro solar UVA-UVB. El LIF abastece a casi 800 efectores públicos con su producción, y ha excedido las fronteras provinciales. Dado que el LIF abastece al sector de salud pública, el protector solar producido por dicho laboratorio será distribuido de forma gratuita para aquellas “patologías y condiciones de riesgo que necesiten su prescripción”.
Concientizar a la población general sobre los riesgos del sol y los beneficios del protector solar sigue siendo de vital importancia. Por este motivo, AIRE dialogó con la médica Belén Villagra (MN 180203) que, además de formarse con Virginia González, reconocida médica dermatóloga especialista en cáncer de piel y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, utiliza sus redes sociales para la divulgación de contenido sustentado científicamente.
“El uso del protector solar es clave no solo para prevenir el envejecimiento con pérdida de elasticidad de la piel y la formación de arrugas, sino que los protectores solares protegen contra el cáncer cutáneo ”, explicó Villagra y advirtió que "sin embargo, aún se cometen muchos errores en lo que a la aplicación de protector se refiere, por lo que es importante recordar ciertas cuestiones".
La especialista indicó que "en primer lugar, hay que aplicar una cantidad adecuada: solo en el rostro se debe colocar la cantidad equivalente a los dedos índice y mediano de la mano, mientras que en un cuerpo adulto de 70 kg., la cantidad ideal son unos 30 ml. por aplicación, o lo que cabe en la palma de la mano”. Agregó, además, que las personas muchas veces olvidan proteger áreas importantes como el cuero cabelludo en pacientes con poco pelo, los empeines, las orejas y la nuca. Finalmente, comentó que “otro error, quizás el más frecuente, es no renovarlo. Se debe reaplicar cada 2 o 3 horas, cada vez que se sale del agua o luego de sudoración intensa”.
¿Cómo funciona el protector? Lo que dice la ciencia
Villagra detalló que el sol emite radiación electromagnética indispensable para la vida. La radiación óptica consta de un 45% de luz infrarroja percibida como calor, 50% de luz visible y un 5% de radiación ultravioleta. Esta última está compuesta por un 95% de rayos UVA y un 5% de rayos UVB. Los rayos UVA penetran más profundo en la piel, produciendo fotoenvejecimiento. Los UVB llegan a la capa más superficial de la piel produciendo enrojecimiento y bronceado tardío. Ambas radiaciones producen cáncer de piel.
Por estas razones es clave, a la hora de comprar un protector solar, verificar que proteja tanto de los rayos UVB como de los UVA, agrega. Qué tan efectivo será un protector contra los rayos UVB será señalado por el número SPF (o FPS). Entre más elevado sea el SPF, mayor es el nivel de protección.
Existen protectores solares inorgánicos, también llamados físicos o minerales que están compuestos de óxido de zinc o dióxido de titanio. Estos actúan mediante la reflexión y dispersión de los rayos ultravioleta. Estos son los más seguros porque no se absorben, son más resistentes al agua y tienen poca capacidad irritante, por lo que son ideales para pieles sensibles, pero son menos cosméticos. ¿Qué significa esto? Que por lo general, al colocarlos pueden dejar una película blanca. Son los ideales para utilizar en niños menores a 2 o 3 años.
Los filtros solares orgánicos absorben los fotones y los dispersan en forma de calor; son más cosméticos y pueden presentar un acabado más imperceptible. Los filtros inorgánicos, por su parte, presentan protección inmediata; en cambio, en el caso de los los filtros orgánicos se debe esperar por lo menos quince minutos antes de la exposición solar para que el producto se absorba y brinde protección.
Eligiendo un protector solar: qué hay que tener en cuenta
Hay varios factores que entran en juego a la hora de elegir un protector solar. La especialista consultada recomendó atender lo siguiente:
- Elegir FPS 50 o 50+.y que proteja contra rayos UVA y UVB.
- Si dice “resistente al agua” recordar que esto quiere decir que luego de 40 minutos (80 minutos en los “muy resistentes”) de inmersión o sudoración su efectividad se verá reducida en un 50% del FPS. Dicho cálculo se realizó en agua dulce, sin corriente y sin uso de toalla. Ante la duda, siempre es mejor reaplicar.
- En niños menores de 2 años elegir filtros inorgánicos “para niños”. Este mismo protector puede ser utilizado por los adultos también.
Cuidando a los más vulnerables: ¿Qué se recomienda?
Los niños tienen más capacidad de absorción y menos capacidad de metabolismo y eliminación. Por lo tanto, es fundamental recordar que el protector solar en niños menores de dos años debe ser inorgánico (casi todos los que dicen “para niños”). Los menores a un año no se deben exponer al sol, mientras que los menores de 6 meses no deben usar protector solar. Se los debe mantener a la sombra, con sombrero y ropa larga y, solo en casos excepcionales colocar filtro solar solo en manos y cara. Si el niño corre riesgo de verse expuesto al sol, las remeras con factor de protección pueden ser una buena opción. En estos casos, si se puede, se recomienda optar por aquellas con protección superior a 40, explica Villagra.
Además, aquellas personas que realizan su trabajo o sus actividades recreativas al sol también se las considera un grupo vulnerable junto a las personas con antecedentes de cáncer de piel y a aquellos individuos con pieles y ojos claros y pelo rojo. Para estos casos, la especialista recomendó redoblar y extremar las precauciones ya mencionadas.
Más allá del protector solar: otras recomendaciones para el cuidado de la piel
En la entrevista, Villagra hizo hincapié en un concepto clave: el bronceado nunca es saludable. El bronceado es la respuesta del cuerpo hacia la agresión solar. Al exponerse al sol, los melanocitos generan más cantidad de melanina, que es el pigmento marrón de la piel, para defender al ADN de los queratinocitos de la piel de posibles mutaciones cancerígenas. Básicamente, la melanina se coloca en forma de sombrero sobre el núcleo celular para defenderlo. El daño que el sol produce es progresivo y acumulativo: esto significa que el bronceado dura una semana, pero el deterioro sufrido por la piel es permanente.
Por todos estos motivos, la entrevistada aconsejó los siguientes puntos:
- Elegir siempre la sombra, pero no confiarse: las nubes dejan pasar desde un 50% hasta un 85% de los rayos ultravioleta y la sombra un 50%. Hay que colocarse protector incluso en días grises.
- Evitar la exposición solar en horarios entre las 10 y 16 hs., sobre todo desde septiembre hasta abril.
- Recordar que existen superficies reflectantes: el agua aumenta un 10% la radiación solar, la arena un 15%, el cemento 15% y la nieve un 80%. Por eso no es infrecuente ver quemaduras de piel en aquellos que practican esquí. Cuando una persona se sumerge medio metro abajo del agua, todavía puede recibir hasta un 40% de radiación solar.
- Los rayos UVB no atraviesan los vidrios, pero si los UVA. Por este motivo, colocar protector solar cuando se está en un auto no está de más.
- Es clave proteger las orejas y la nuca: recordá usar gorro o un sombrero de ala ancha.
- La ropa de color oscuro y manga larga reduce la exposición a los rayos. Hay que tener en cuenta que, cuando la ropa se moja, la protección se reduce.
- Usar lentes de sol con protección UVA y UVB que cubra todos los laterales para evitar la formación de cataratas.
- Colocar protector labial con filtro solar.
Sobre la especialista entrevistada
Belén Villagra estudió Medicina en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), realizó la residencia en Clínica Médica en Santa Fe, en el Hospital José María Cullen y continuó sus estudios en el SAEME de la UBA haciendo el posgrado de Dermatología. Actualmente, se encuentra realizando la residencia post básica de Dermatología en el Hospital Alemán, en CABA.
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