Romina Uhrig se perdió la final de Gran Hermano, pero no se fue con las manos vacías. Dos días después de haber quedado eliminada frente a Nacho Castañares, Santiago del Moro le comunicó que la producción le consiguió tres regalos, aunque ninguno es dinero en efectivo.
En "El Debate", mostraron que la oriunda de Moreno se llevó un monopatín, una bicicleta con motor y cerveza gratis por un año. Quienes siguen en competencia, todavía juegan por los casi 20 millones de pesos y una casa prefabricada. Si se termina consagrando Marcos Ginocchio, también viajará a Salta con una moto, que recibió gracias al cariño que la gente le tomó a su hermana Valentina.
Tras su salida, Uhrig generó indignación en las redes al contar que nunca se sintió preparada para ser diputada. "Yo nunca estuve en tema de política. Cuando lo conocí a Walter y empecé a trabajar, pero tampoco fui pública. Lo que hice fue un trabajo social. Trabajaba en los merenderos de los comedores. Cuando pasó esto de que a Walter le propusieron tener a una diputada, él dijo ‘qué mejor que mi mujer’. Y yo realmente le dije ‘no estoy preparada. Estoy hace muy poco tiempo’. Y ahí fue cuando hablé con él y fui diputada nacional por dos años. Fueron cosas que me fueron pasando en la vida”, expuso.
En Twitter la condenaron por sus declaraciones. “‘Fui diputada de la Nación porque me lo pidió mi marido, pero yo no estaba preparada’... A estas personas les pagamos el sueldo”, “El mejor resumen de nuestra Argentina”, “Cuando no estás preparado y sos decente, podés simplemente decir que ‘no’. Terrible", fueron algunos de los comentarios que se leyeron.
Antes de despedirse, Romina también aclaró que no tiene a Caramelo, el perrito que adoptó en Gran Hermano. "Se lo llevó el veterinario hasta que se formalice la adopción", aclaró del Moro.
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