Maximiliano Pullaro, el nuevo gobernador de la provincia de Santa Fe, es la clara muestra de que en política jamás está dicha la última palabra y que el destino, la decisión y la perseverancia, pueden hacer posible la concreción de los objetivos más complejos.
Cuando en septiembre de 2021 le tocó perder en una interna con Carolina Losada por una banca en el Senado de la Nación; Pullaro salió al escenario, tomó el micrófono confiado, se mostró satisfecho a pesar de la derrota y adelantó a propios y extraños que acababa de dar el salto que lo llevaría a la Casa Gris.
Para muchos, aquellas palabras pudieron haber sonado a discurso políticamente correcto o a una simple expresión de deseo. Sin embargo, Pullaro estaba convencido de que era posible.
Desde ese preciso momento ingresó en una suerte de estado de campaña permanente. Tejió alianzas territoriales, recorrió la provincia de punta a punta e, incluso, organizó giras al exterior en las que se movió como futuro gobernador de Santa Fe.
Cuando llegó el momento de las Paso 2023, corría con una ventaja inestimable. Lo que a priori aparecía como una elección reñida, terminó siendo un triunfo arrollador y así se convirtió en candidato a la Casa Gris.
Maximiliano Pullaro llegó a poder porque supo reinventarse sobre la base de la perseverancia.
En apenas cuatro años, entre 2019 y 2023, pasó de ser el ministro de Seguridad de un Frente Progresista derrotado por el peronismo, a convertirse en el gobernador que obtiene 30 puntos de ventaja y asume con un enorme poder político a partir de los resultados que se produjeron tanto en la Cámara de Diputados, como en el Senado de la provincia.
Cuando el 16 de junio de 2019 el Frente Progresista Cívico y Social perdía las elecciones generales y Omar Perotti se convertía en nuevo gobernador de Santa Fe, nadie en su sano juicio podía apostar por que el entonces ministro de Seguridad de una provincia atravesada por el narcotráfico y la violencia, llegaría cuatro años después a conducir la Casa Gris. Sin embargo, Pullaro lo logró.
El destino también hizo lo suyo. Cuando el 9 de mayo de 2021 el covid acabó con la vida del exgobernador Miguel Lifschitz, el tablero político santafesino implosionó. Y en ese momento de incertidumbre Pullaro no dudó en tomar decisiones trascendentes para ampliar la base de sustentación opositora frente al peronismo gobernante.
El tiempo demostró que aquella fue una decisión acertada. De hecho, y a pesar del temblor que provocó la muerte de Lifschitz, el socialismo decidió tiempo después seguir los pasos de Pullaro y la lista encabezada por Clara García, viuda del exgobernador, terminó logrando un triunfo resonante en la Cámara de Diputados.
A diferencia de lo que sucedió con los últimos gobernadores, Maximiliano Pullaro asumirá el 10 de diciembre con un enorme poder político.
Sin embargo, de poco servirá este contexto favorable si el próximo gobierno no logra frenar la violencia, el narcotráfico y los delitos complejos que carcomen a esta provincia desde sus cimientos.
Allí se posarán, inexorablemente, las miradas de cada uno de los ciudadanos de esta provincia desangrada. Allí radicará, en gran medida, el éxito o el fracaso de la gestión que viene.
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