El hecho ocurrió el pasado 10 de junio por la tarde, en una casa de sepelios de la localidad de Laguna Paiva. Alrededor de las 15.40, personal del servicio de emergencias fue convocado al lugar por familiares de un hombre de 81 años que estaba siendo velado.
Quienes lo acompañaban aseguraban que el cuerpo parecía tener signos de vida. Una vez presentes, los enfermeros descartaron esa posibilidad, pero detectaron que el cuerpo presentaba lesiones compatibles con golpes.
La escena llamó la atención de los profesionales, quienes decidieron dar intervención inmediata a la Policía. Poco después, arribaron al lugar efectivos junto a personal de la Policía de Investigaciones (PDI), un médico forense y un fotógrafo policial.
La inspección visual del cuerpo en la sala velatoria confirmó la presencia de lesiones, lo que generó la intervención de la fiscal de turno, Dra. Trosero, que ordenó una autopsia inmediata.
Según la denuncia radicada por los familiares, el hombre había vivido sus últimos días en un geriátrico de Monte Vera. Allí, aseguran, ya habían detectado signos de malos tratos y negligencia en la atención. En base a estos antecedentes y las lesiones observadas durante el velorio, la fiscalía caratuló el caso como “presunta mala praxis”.
Además, se ordenó allanar el establecimiento y secuestrar la historia clínica del paciente, así como cualquier documentación vinculada a su atención.