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Policiales Santa Fe | Puente colgante |

"Churrito", el ladrón de la Recoleta: en junio robó un kiosco y se tiró del puente Colgante

El joven que fue detenido este miércoles por el asalto en Obispo Gelabert al 2800 es el mismo que meses atrás protagonizó una cinematográfica persecución que concluyó en las aguas de la laguna Setúbal.

Fue una tarde de invierno en la Costanera, cuando K.E. (18), alias "Churrito", oriundo de Alto Verde, eligió el mayor símbolo de la ciudad, el puente Colgante, para arrojarse a la Laguna Setúbal. No lo hizo porque tenía calor ni tampoco por ser un joven aventurero sino porque minutos antes había sido acorralado por personal policial que lo persiguió por haber robado el kiosco "El Puente" de bulevar y Laprida.

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Se trata del mismo joven que este miércoles apuñaló a un comerciante en la zona de la Recoleta santafesina. "Churrito" dañó con un arma blanca al dueño de un local de indumentaria e intentó huir, pero fue detenido a pocos metros del lugar cuando intentaba evadir a la policía en una playa de estacionamiento.

El primer antecedente que los medios registraron sobre el joven delincuente data del 18 de junio, cerca de las 16. El audaz ladrón, ingresó al kiosco "El Puente" con una botella de agua vacía y le pidió a la empleada si se la podía llenar. La empleada, en un claro gesto humanitario, fue hasta el baño, y llenó la botella. Sin embargo, las intenciones del muchacho fueron siempre otras.

En cuestión de segundos metió su mano en la zona de la caja registradora y sustrajo una suma de $2.500 para luego huir en dirección al oeste. En pleno escape, agentes de la Seccional Tercera que patrullaban la zona lo vieron y comenzaron a seguirlo.

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"Churrito" fue seguido por dos móviles hasta la Costanera y después se tiró al agua.

Audaz y desafiante, "Churrito" no paró y se entrego sino que fue hasta el puente, traspasó la baranda del viaducto y se arrojó a la laguna. Luego terminó siendo rescatado por efectivos de la Prefectura Naval Argentina y con posterioridad terminó detenido y puesto a disposición del fiscal en turno Daniel Filippi, quien inició una causa penal en el Ministerio Público de la Acusación.

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Pero el destino judicial del joven de 18 años no terminó en una prisión preventiva ni mucho menos una condena en tribunales. Al no contar con antecedentes condenatorios y tampoco un pedido de captura por otra causa, el joven ladrón salió airoso de aquella causa y ni siquiera fue imputado ya que el fiscal dispuso la libertad.

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La víctima recibió tres puntazos de un arma blanca.

La víctima recibió tres puntazos de un arma blanca.

Es que por una cuestión técnica -y de criterio del funcionario judicial- se determinó que el asaltante no había cometido un "robo", sino un claro "hurto", lo cual atenuó los cargos en su contra ya que la pena parte de un mes y solo puede llegar hasta los dos años de prisión (que es excarcelable).

La historia penal de K.E. no quedó centrada en aquel hecho anecdotario. Sobre el mismo además pesan antecedentes de este mismo año: "hurto por escalamiento", "robo calificado por el uso de arma de fuego", "amenazas", "robo" y "encubrimiento", son parte de las causas que constan de los registros policiales del joven.

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