Poner una bolsa en el espejo retrovisor del auto parece algo insignificante o sin sentido, pero lo que pocas personas saben es que cumple una función completamente efectiva que cada vez gana más popularidad entre los conductores.
Lejos de ser una solución improvisada, esta técnica se convirtió en un método eficaz para proteger los espejos de los ataques de pájaros y sus excrementos.
LEER MÁS ► Cuánto sale la Chevrolet Silverado en junio 2025 en Argentina: características y versiones
¿Por qué las aves atacan los espejos?
Durante ciertas épocas del año, algunas aves se vuelven particularmente territoriales. Cuando ven su propio reflejo en los espejos del auto, lo confunden con un rival y reaccionan de forma agresiva, golpeando el vidrio con el pico. Esto puede provocar rayones antiestéticos e incluso la rotura de los espejos. Este comportamiento es más común en zonas rurales o urbanas con abundante vegetación.
Pero los picotazos no son el único inconveniente. Los excrementos de pájaro, aunque parezcan inofensivos, contienen sustancias ácidas que pueden causar daños permanentes en la pintura y el barniz de tu vehículo si no se limpian a tiempo. En muchos casos, eliminar estas manchas requiere un pulido profesional o incluso repintar la zona afectada.
El truco de la bolsa en el espejo del auto
La aplicación de esta solución es sumamente sencilla: al estacionar tu auto, simplemente colocá una bolsa de plástico sobre cada espejo lateral. Esto elimina el reflejo y, por lo tanto, la "amenaza" percibida por las aves. Para asegurar la bolsa, podés usar una bandita elástica, un nudo simple o un clip liviano. Si bien existen fundas específicas en el mercado, una bolsa común es suficiente para lograr el efecto deseado.
LEER MÁS ► Cuánto sale la Toyota SW4 con precio actualizado en junio 2025 en Argentina
¿Funciona realmente este método?
Este truco no es una moda pasajera; demostró ser altamente efectivo y cada vez más personas lo implementan. Si bien no garantiza una protección infalible, es una medida preventiva muy valiosa.
Si preferís una opción más estética, podés encontrar protectores de espejo diseñados para este fin o toallitas especiales para limpiar los desechos de aves sin dañar la pintura. Sin embargo, el método de la bolsa plástica sigue siendo la alternativa más elegida por su bajo costo, rapidez y eficacia, especialmente en entornos naturales.