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Desagüe Espora: despidos, confusión e incertidumbre en una obra clave de la ciudad

Un mes de conflicto, obras paralizadas y políticos que se echan culpas. En el medio: 65 familias de los obreros que este lunes recibieron telegramas de despido y quedaron en el fuego cruzado: mientras sindicalistas, empresarios y funcionarios negocian la situación, ellos no saben si volverán a sus puestos de trabajo. Esa es la historia del Desagüe Espora, una de las obras más importantes de la ciudad de Santa Fe, que hoy quedó sumergida en la incertidumbre.

Los motivos por los que se llegó a esta situación no están claros: el gobierno de la Ciudad responsabiliza a la empresa concesionaria de la obra, AUTOMAT, pero desde la empresa afirman que todo depende del Municipio, ya que este no habría realizado en tiempo y forma los pagos correspondientes.

En este contexto, el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria -que no fue acatada por la empresa-. En el marco de la misma, este martes se realizará una nueva reunión, instancia a la que está invitada la Municipalidad -la cual se ha negado a asistir en ocasiones anteriores-.

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La obra del Desagüe Espora se inscribe en el denominado “Plan Norte”, y el propio Municipio la define como “un proyecto estratégico que beneficiará en forma directa a 70 mil vecinos que viven en barrios de la Cuenca Flores”. Inscripto en el Plan Director de Desagües Pluviales desarrollado por el Instituto Nacional del Agua (INA), “el emblemático proyecto de ingeniería hidráulica demanda una inversión de $200 millonesque debía financiarse con fondos nacionales.

Esta obra hídrica será capaz de transportar más de 82 millones de litros de agua de lluvia por hora conduciendo los excedentes pluviales desde la zona de Facundo Zuviría y Risso, hacia el Oeste y hasta el Reservorio Hipódromo, desde donde el agua sale al río Salado a través de la Estación de Bombeo N° 5. A lo largo de unos 4 kilómetros, este “arroyo subterráneo” colectará el agua de lluvia de barrios Sarmiento, San Martín, San José, Belgrano, Facundo Quiroga, Las Flores, Scarafia, Los Ángeles y el Tránsito, de manera directa. El proyecto incluye obras complementarias como bocas de tormenta y registro, cámaras de captación, entre otras”, puede leerse en el sitio web de la Municipalidad.

La primera señal de alarma se encendió a principios de agosto, cuando los trabajadores no percibieron el salario correspondiente a la segunda quincena de julio. El día 8 decidieron iniciar un paro de actividades, ante la falta de respuestas. Ya no volverían a trabajar normalmente: días después se confirmó la suspensión, frente a lo cual el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria, que la empresa se negó a acatar.

“Se ríen de toda la gente que está con incertidumbre, sin saber si seguirá trabajando o no. Estamos hablando de 65 familias que en estos momentos están sin sustento económico, y el actor principal, que es el Municipio, falta y no se digna a presentarse”, aseveró Gastón Pissini, secretario adjunto de la UOCRA, al salir de la reunión en el Ministerio el pasado martes.

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Esta historia tiene aún un capítulo más: los vecinos que se ven terriblemente perjudicados por la paralización de la obra: a diario, se les hace prácticamente imposible llegar y salir de sus hogares. Tampoco pueden entrar los servicios de emergencia: ni ambulancias, ni patrulleros, ni autobombas pueden transitar por las calles socavadas por la obra.

Así, por ejemplo, Aire de Santa Fe constató lo ocurrido el 1 de septiembre, cuando la ambulancia del SIES no pudo ingresar para asistir a una anciana que vive sobre calle Espora al 4800 y que sufría una urgencia médica.

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Los enfermeros debieron transportar a la paciente llevando la camilla en andas, en medio del barro y de veredas rotas, hasta el vehículo sanitario que debieron dejar a casi una cuadra de distancia.

Días antes, vecinos de la zona habían dialogado con el móvil y enumerado los inconvenientes: agua de lluvia estancada, paredes y techos de los inmuebles rajados y un especial perjuicio económico para quienes poseen vehículos particulares y no pueden llegar hasta sus viviendas, viéndose obligados a pagar una cochera para poder resguardar los rodados.

Por el momento, el futuro de la obra del Desagüe Espora sigue siendo incierto.

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