Días atrás, La Tora de Gran Hermano sufrió una fuerte crisis en la casa y se la agarró con Gladys, su mamá, que había ingresado para acompañarla en la recta final del juego. Angustiada, le confesó que hubiera preferido que la producción invitara a una de sus mejores amigas y no a ella, y luego procedió a echarla.
“Ya me voy, no me eches”, pronunció la mujer con cara de desilusión por el comportamiento de su hija, que se ganó el repudio de los usuarios en las redes sociales. “Me da mucha pena y bronca como La Tora trata a su mamá. Que mala persona que es”, “Me parte el corazón el suspiro de la mamá, quiero abrazarla”, “La Tora demostró su personalidad con el maltrato constante a su mamá”, opinaron algunas personas. Finalmente, el público la castigó de la peor forma: este domingo la dejó afuera del programa tras un mano a mano con Camila Lattanzio.
El lunes, en El Debate, Lucila Villar tuvo que explicar por qué agredió de esa forma a la persona que le dio la vida. “Me llegó de repente y estaba obligada a convivir con ella. Me sacó del personaje con el que había elegido jugar. Yo elegí vivir con personas desconocidas, no conocidas, como mi mamá. Eso no significa que la ame más o menos. Es la mujer que más amo”, sostuvo.
Por último, La Tora les recordó a todos que vive sola desde los 23 años: "No elegí convivir con ella, ni con mi papá. Tampoco exponerla en Gran Hermano. Me comporté tal cual como soy yo, sin caretearla”.
Desde afuera, la exparticipante apoyará a Nacho, su pareja, que sigue en juego por los 15 millones de pesos, los intereses y la casa prefabricada. La final del reality sería el domingo 26 de marzo.
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