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Jorgelina Hiba | Aguará guazú | Santa Fe |

Santa Fe: dudas y certezas en torno a la aparición de tres aguará guazú en la misma zona con pocas horas de diferencia

El aguará guazú es un animal amenazado, aunque en el último tiempo se han multiplicado sus registros en Santa Fe.

Con pocas horas de diferencia, tres ejemplares de aguará guazú aparecieron en dos barrios de la ciudad de Santa Fe y en la zona rural de Laguna Paiva. El jueves pasado, un vecino de Alto Verde encontró a ese animal en su patio y pocas horas después, otro aguará guazú fue visto en la zona sur de la ciudad.

También se rescató un ejemplar cerca de la ruta provincial N°2, en este caso muy enfermo. Los dos primeros ya fueron liberados en la reserva privada “Puesto El Mesías” -que forma parte del Sistema Provincial de Áreas Protegidas desde julio de 2021-, mientras que el tercero fue trasladado a La Esmeralda para ser atendido por profesionales veterinarios.

¿Es normal que aparezcan tantos ejemplares de esta especie amenazada con tan poco intervalo de tiempo en una misma zona? Según explicó Pablo Siroski, coordinador de la Dirección de Manejo de Fauna del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, no parece haber una razón específica ya que no hay grandes quemas y lo peor de la sequía ya pasó: “están apareciendo con mayor frecuencia cerca de las ciudades y espero que sea parte de una buena noticia y que hayan aumentado sus niveles poblacionales”.

El aguará guazú, un animal único en su tipo

Aguará guazú significa “zorro grande” en guaraní. Es el cánido más grande de Sudamérica, un gran caminador de hábitos nocturnos que no ataca al humano ni a otros animales. Se trata de una especie amenazada en todo el país, aunque no se sabe exactamente cuántos ejemplares quedan.

Es un animal que por lo general supera los 1,5 metros de largo desde la punta del hocico hasta la cola con un peso que oscila entre los 20 y los 30 kilos. Tienen una crin negra, sus patas son negruzcas y el manto en general es pardo naranja.

En Santa Fe se distribuyen en el centro-norte de la provincia con mayor presencia en los Bajos Submeridionales y buscan los grandes espacios abiertos y los márgenes de bañados y esteros. Se alimentan de pequeños mamíferos (cuises, armadillos, mulitas y peludos), reptiles (lagartos y serpientes), anfibios (ranas), aves, peces, frutos nativos y raíces.

En 2003, por una ley provincial, el aguará guazú fue declarado monumento natural de Santa Fe.

Hipótesis, dudas y certezas sobre los aguará guazú

Siroski explicó que, cada tanto, estos animales aparecen en zonas urbanas o periurbanas “siempre cerca de la costa”, ya que usan como corredores a los arroyos que confluyen hacia el valle de inundación del río Paraná. “Son animales que pueden caminar muchísimos kilómetros por día. Si hubiera incendios a gran escala podríamos pensar que esa sea la causa de su dispersión, pero en este caso no hay quemas grandes. Tampoco es momento de muchísimo movimiento de maquinaria agrícola”, dijo.

“No lo asociamos estas apariciones con ningún evento en particular. Es una especie que ahora se ve muchísimo más que antes, pero también es cierto que ahora todo el mundo tiene un celular y puede registrarlo”, agregó el veterinario, quien agregó que la Provincia cuenta con una base de información nutrida con registros de fotos y videos y observaciones indirectas, con un registro de animales muertos por atropellamientos u otro origen y finalmente con los que ingresan a La Esmeralda para su recuperación.

“Tenemos una base de datos muy interesantes, en toda la provincia se ha armado una red de contactos y a partir de allí cualquier persona que vea o filme o cruce un aguará guazú lo comparte, eso circula y tarde o temprano llega a nosotros. Estimar cuántos ejemplares hay es muy arriesgado, pero se ven muchísimo más que antes”, subrayó el especialista.

Cambio de hábitos de los Aguará Guazú

Según razonó Siroski “claramente la población está aumentando e incluso se modificó su categoría de conservación”, ya que dejó de estar señalada como una especie en riesgo de extinción para ser catalogada como “vulnerable”. “Esto no deja a la especie fuera de peligro, pero si se puede pensar que ya no está cercana al riesgo de extinción”.

El funcionario destacó que las apariciones en zonas periurbanas están relacionadas con “la notable pérdida de hábitat de la especie por los cambios en el uso del suelo”. En ese marco, dijo que otro dato a tener en cuenta es que evidencia ser una especie “muy plástica” que se ha adaptado a vivir en zona de cultivos. “No es lo ideal, pero están tolerando esa modificación de uso del suelo e incluso creo que utilizan los cultivos para acceder con mayor facilidad a sus presas, ya que el tipo de alimentación que tienen está conformado sobre todo por pequeños roedores, muy frecuentes en los campos agrícolas”.

“Por supuesto no digo que sea una ventaja esta modificación del ambiente, pero creo que es una de las especies que puede sacarle provecho a esa modificación”, agregó.

Protocolo de acción cuando se encuentra un aguará guazú

Los aguará guazú son animales inofensivos y, ante cualquier situación de aparición en zonas habitadas, la sugerencia desde el Ministerio de Ambiente provincial es contactar al área ecológica de la policía comunitaria, que realiza los rescates y se pone en contacto con el personal de La Esmeralda. “Ellos enseguida nos avisan y ahí actuamos. Si el animal está herido va a la institución, sino lo liberamos de forma inmediata”.

Siroski recordó que no se trata de una especie peligrosa ni agresiva: “la sugerencia es no intervenir, sino comunicarse rápidamente con la gente preparada. No hay que entrar en pánico, es el animal el que está asustado”.