Los menores —dos gemelos de ocho años y un tercero de diez— fueron hallados con barbijos, usando pañales y rodeados de basura.
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La situación fue descubierta luego de una denuncia vecinal realizada el 14 de abril. A partir de ese momento, la policía montó un operativo de vigilancia que culminó con el ingreso a la vivienda rural, completamente cerrada y sin señales de vida exterior.
El lugar estaba en estado crítico: sin ventilación, con acumulación de residuos, y gran cantidad de medicamentos.
Según informaron medios locales, la casa estaba empadronada únicamente a nombre del padre, lo que habría dificultado el rastreo previo por parte de las autoridades. Tras el allanamiento, los tres niños fueron rescatados y trasladados a un centro de menores, donde actualmente se encuentran bajo la tutela del Estado español.
Los padres —un ciudadano alemán de 53 años y una mujer de 48 con nacionalidad alemana y estadounidense— fueron imputados por violencia doméstica, maltrato psicológico habitual, abandono de menores y presunta detención ilegal.
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Detuvieron a padres que sometían a sus hijos de 8 y 10 años a vivir con barbijos, pañales y aislados
Los niños no estaban escolarizados y solo hablaban inglés. Según los profesionales que los atendieron, uno de los momentos más impactantes del rescate fue cuando los chicos tocaron el pasto por primera vez “con fascinación”, como si jamás hubieran estado al aire libre.
La principal hipótesis que se investiga es que la pareja habría mantenido el encierro por un temor extremo al contagio, una secuela de la pandemia. Sin embargo, la justicia continúa analizando los motivos detrás del encierro y el estado psicológico de los menores.
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El caso fue bautizado por la prensa como “la casa de los horrores” y genera gran repercusión en España. La jueza a cargo ordenó prisión preventiva para ambos progenitores mientras avanza la investigación.