Estados Unidos diseñó una estrategia nacional que busca poner fin al hambre y la obesidad en el país, donde el 42% de los adultos son obesos y el 10% sufre inseguridad alimentaria. Para ello, las principales corporaciones alimentarias, incluido el gigante de la comida rápida Burger King, se comprometieron a entregar miles de millones de dólares.
El compromiso del sector privado estadounidense se dio a conocer durante la conferencia "Hambre, nutrición y salud", que reunió a líderes gubernamentales, académicos y activistas con "el objetivo de acabar con el hambre y reducir las enfermedades relacionadas con la dieta en Estados Unidos para 2030".
"Todos asumieron compromisos audaces y, en algunos casos, de cambios de paradigma que mejorarán significativamente la nutrición, promoverán la actividad física y reducirán el hambre y las enfermedades relacionadas con la dieta durante los próximos siete años", manifestó un funcionario, informó la agencia de noticias AFP.
Los funcionarios expusieron que los 8.000 millones de dólares comprometidos por el sector público y privado incluyen aportes de más de 100 organizaciones, que van desde hospitales hasta empresas de tecnología y actores de la industria alimentaria.
La Asociación Nacional de Restaurantes, por ejemplo, ampliará un proyecto destinado a lograr que los niños coman alimentos más saludables en 45.000 puntos de venta, incluso en cadenas como Burger King.
Entre los compromisos no financieros presentados está, por ejemplo, la promesa del gigante de la alimentación Danone de reducir el contenido de azúcar en los productos infantiles.
Este encuentro fue promocionado como la primera gran cumbre de la Casa Blanca sobre alimentación en más de medio siglo, desde que Richard Nixon estuvo en el cargo.
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