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Ocio viral |

Exfutbolista, que actualmente trabaja de colectivero, ayudó a un pasajero y se hizo viral

Un exfutbolista de la Liga del Sur realizó una emotiva acción solidaria y su gesto rápidamente se hizo viral en las redes sociales.

Cuando estaba cumpliendo la última de las cuatro vueltas de su recorrida habitual, una señora en sillas de ruedas le hizo seña en la parada ubicada en la puerta principal del Hospital José Penna. Esmeralda, la pasajera, intentó subir la rampa del interno 51, pero no lo logró.

El chofer vio que estaba sola y no dudó en bajar a ayudar a la mujer: la alzó en brazos y la sentó en una de las butacas delanteras de la unidad. “Cuando la levanté y empezamos a subir, me abrazó como una madre, como una abuela, y te juro que se me aflojaron las piernas. Se acomodó en el asiento y empezó a llorar; fue emocionante, sentí como si había marcado el gol más importante de mi vida”, sostuvo el delantero que brilló con la 7 de Tiro Federal y Comercial en la espalda.

“Los otros pasajeros empezaron a aplaudir, pero no hice nada de otro mundo; soy como soy, y si puedo ayudar a alguien, lo hago. No es la primera vez que me pasa, pero alguien lo compartió en Facebook y a mí me explotó el celular con llamados y mensajes en reconocimiento a lo que había hecho”, contó el exfutbolista.

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El chofer, Gustavo, ayudando a la señora.

El chofer, Gustavo, ayudando a la señora.

“Nunca pensé que ese pequeño gesto, que lo hice porque me pareció que podía ayudar desde mi lugar, iba a tener tanta repercusión en las redes sociales; la verdad, todavía estoy un poco sorprendido y avergonzado con las felicitaciones y los halagos de gente que ni siquiera conozco”, expresó.

Además, el exfutbolista, que supo ser campeón de Tiro Federal y Comercial, expresó: “Surgió tener que ser solidario con una persona con dificultades para subir al micro, simplemente eso, nunca pensé que se iba a viralizar de semejante manera en las redes sociales. Me han llamado de todos lados, incluso de medios periodísticos ajenos a la ciudad. Estoy muy contento con lo que hice, pero es un granito de arena dentro de un mundo que necesita gente más amable y comprensiva”.

“En un país en llamas y en la vorágine de una sociedad irritable, todos podemos demostrar ser mejores personas, aún en los momentos más críticos de nuestras vidas”, fue su mensaje.

Además, Derrac, resaltó la actitud de Gladys, una pasajera frecuente: "Cuando llegamos a destino, no había nadie esperando a Esmeralda, y se encontraba a unas cuadras de su casa. Le dije que me espere, que la iba a acompañar, porque era imposible transitar con la silla de ruedas por calles embarradas. Sin embargo, apareció Gladys y me dijo: "no te preocupes, yo la acompaño". Esa acción también merece ser destacada”.

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