Siempre es importante pensar en el verano y qué mejor que plantar un árbol en septiembre.
El árbol es de lo más importante en un jardín.
Con la llegada de la primavera, es el momento ideal para incorporar al jardín un árbol de rápido crecimiento. Existen especies que, con los cuidados adecuados, permiten disfrutar de una copa frondosa y sombra fresca en poco tiempo.
Septiembre marca el inicio de la temporada perfecta para plantar. El clima más templado, las lluvias moderadas y la mayor cantidad de horas de sol favorecen el desarrollo de árboles jóvenes. Entre las especies de crecimiento veloz, algunas se destacan por brindar sombra en pocos meses, algo muy valorado tanto en patios como en veredas.
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Uno de los más elegidos es el arce negundo (Acer negundo), que crece con rapidez y ofrece una copa amplia, ideal para generar frescura. También el plátano de sombra (Platanus × hispanica) es un clásico en plazas y avenidas: puede crecer más de un metro por año y su follaje es tan denso que refresca de manera inmediata los alrededores.
Otras alternativas interesantes son la tipuana tipu, muy común en distintas ciudades argentinas, y el aligustre, que puede ganar hasta 70 centímetros de altura en un año y se adapta a jardines pequeños. Si se cuenta con más espacio, el abedul de río también es una gran opción para lograr sombra en poco tiempo.
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Plantar en septiembre asegura que el árbol tenga varios meses de desarrollo antes del verano. Con riego regular, un buen abonado y espacio suficiente para sus raíces, estas especies no solo ofrecen sombra en poco tiempo, sino que además embellecen el entorno y aportan beneficios ambientales. Una apuesta verde que empieza a disfrutarse casi de inmediato.
