La nueva vida e imagen de Matías Garfunkel
La conversación comenzó con una sorpresa visual: Garfunkel apareció con una kipá, barba blanca y una camisa celeste, mostrando un look completamente distinto al que se le recordaba. “Desde 2016 en adelante estoy bastante abocado al estudio de la Torá y me dedico plenamente a la educación de mis dos hijos menores, Indiana y Napoleón, para ayudar a Victoria en lo que puedo”, explicó Garfunkel. Esta transformación espiritual y personal parece ser una respuesta a los desafíos que ha enfrentado en su vida.
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Karina Mazzocco, la conductora del programa, le preguntó si su afán por la religión era un refugio tras un periodo difícil. Garfunkel admitió que su acercamiento a la religión le permitió volver a sus raíces y encontrar un sentido de propósito. “Lo encontré como una manera de volver a las raíces. Cuando mi padre se enfermó se volvió más religioso, entonces yo busqué, con todo lo que me sucedió, volver a los inicios”, comentó.
La entrevista también abordó el delicado estado financiero y emocional de Garfunkel. El empresario de 50 años reveló que está atravesando una crisis económica severa y que se siente en deuda con su exesposa, Victoria Vannucci, a quien intenta ayudar en lo posible, aunque su situación económica es precaria.
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Matías Garfunkel reapareció y está irreconocible.
“No tengo plata, no tengo bienes. La única forma que tengo para poderme resarcir de todo el daño que le he hecho a ella es a través de la educación que les pueda brindar y de la experiencia que les pueda dar a nuestros dos hijos”, sostuvo.
Además de los problemas económicos, Garfunkel enfrenta serios problemas de salud. Confirmó que sufre de una enfermedad neurodegenerativa que afecta su columna y cuello, lo que puede ocasionar parálisis espontánea. “Tengo un tema de columna, un tema en el cuello. Tengo un tema por el cual algunas veces… a mí me cuesta decirlo… algunas veces sufro de parálisis espontánea que después se me va”, explicó. Garfunkel prefirió no entrar en detalles profundos por razones de privacidad, pero reveló que los síntomas comenzaron cuando vivía en Los Ángeles.
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La conversación también tocó el impacto de su enfermedad en su vida diaria y en su relación con sus hijos. Garfunkel admitió que a veces su condición le impide realizar tareas simples y que aún no habló abiertamente de su enfermedad con sus hijos menores. “Me duele horrores pensar en que ellos se queden sin padre y que Victoria se quede con una persona inválida. La verdad es que sí”, confesó con la voz entrecortada.
La entrevista de MatíasGarfunkel arrojó luz sobre una vida marcada por la transformación personal y las luchas privadas. Su regreso al ojo público revela un hombre que ha pasado por una profunda reconfiguración tanto espiritual como personal, mientras enfrenta desafíos de salud y económicos significativos.
