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La situación ocurrió pocas horas después de la gala de eliminación del domingo 8 de junio, donde Juan Pablo de Vigili recibió el menor porcentaje de votos y dejó en placa a Eugenia Ruiz, Ulises Apóstolo y a la propia Katia.
La confesión de La Tana que encendió las alarmas en Gran Hermano
Minutos después, la participante se acercó a uno de sus compañeros y dijo: “Necesito que me den una pastilla porque me siento muy mal. Voy a tener que llamar a un médico porque me duelen mucho los oídos, pero mal”. La señal en vivo se cortó enseguida, lo que intensificó la incertidumbre entre los seguidores del reality show de Telefe.
Embed - Eugenia, Ulises y Katia rogaron en el confesionario tras la salida de placa de Devi - Gran Hermano
Katia ya había mostrado episodios de malestar durante su estadía en la casa. En varias oportunidades explicó que el encierro y la presión del juego le provocaban molestias digestivas, un cuadro que ya sufría antes de entrar al programa. Esta vez, a los antecedentes físicos se sumó la tensión emocional por la posibilidad de quedar eliminada.
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Además, varios jugadores de esta edición enfrentaron un cuadro gripal en las últimas semanas, lo que podría haber afectado también su estado de salud. En su última visita al confesionario, Katia recordó los motivos que la llevaron a participar: “Dejé todo y nunca estuve tanto tiempo lejos de mi hija. Quiero darle una casa a ella porque se lo merece. Es para ella”.
En redes sociales, los seguidores compartieron el momento y enviaron mensajes de apoyo para la jugadora, a la espera de una actualización sobre su estado.