Nacha Guevara tomó una decisión trascendental después de meses de consideración: mudarse. Aunque le costó tiempo, finalmente se ha instalado en pleno corazón de la Ciudad de Buenos Aires, dejando atrás su hogar en una encantadora casona de Zona Norte.
Sus amigos, muchos de ellos vinculados al mundo del espectáculo –tal es el caso de Marcelo Polino y Verónica Lozano– habían estado insistiéndole para que dejara atrás su antigua propiedad, resignando la naturaleza que la rodeaba a diario, entre otros aspectos.
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Le aconsejaron que se estableciera en una zona que le gustara, cerca de los teatros del centro de la ciudad y que le permitiera estar más cerca de sus seres queridos sin tener que hacer tantos viajes en automóvil.
Aunque le costó desprenderse de su hogar, donde incluso pasó el período de aislamiento social, finalmente realizó el cambio de casa semanas antes del cumpleaños número 102 de su madre.
Nacha eligió una hermosa propiedad en la coqueta zona de Recoleta, cercana a la emblemática Plaza Francia, la Facultad de Derecho y el icónico Museo de Bellas Artes, entre otros atractivos turísticos y locales.
Pero antes de hacer las valijas y contratar una empresa de mudanzas para trasladar sus muebles y electrodomésticos, Nacha Guevara se puso "manos a la obra".
Una vez que eligió su nuevo hogar, se dedicó a embellecer algunos rincones de la casa con pincel en mano y un balde de pintura, agregándole su toque personal.
Después de completar el traslado de todas sus pertenencias, abrió algunos regalos de sus amigos, quienes habían insistido tanto en tenerla más cerca para este nuevo comienzo, que tiene un sabor especial para la artista.
Casa nueva, vida nueva, y acompañada de sus gatos, pero siempre respetando su metodología de vida con la que ha llegado espléndida a los 80 años.
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