Dos ONGs argentinas que trabajan en favor de una mejor educación realizaron un seguimiento de alumnos que en 2011 ingresaron a la escuela primaria, y en 2022 terminaron el ciclo secundario. Los resultados fueron concluyentes: de cada 100 estudiantes que comenzaron primer grado, apenas 13 terminaron la secundaria a tiempo y con los conocimientos esperados en materias clave como Lengua y Matemática.
Los datos surgen del informe “Indice de Resultados Escolares: ¿Cuántos estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma?”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, elaborado por Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén, de esta ONG, e Irene Kit, de la Asociación Civil Educación para Todos.
El índice muestra, por cada 100 estudiantes que ingresaron en primer grado, cuántos llegan al último año de la secundaria en el tiempo teórico esperado (sin repetir ni abandonar) y habiendo alcanzado los aprendizajes en Lengua y Matemática según las pruebas Aprender.
En el programa Creo, que se emite cada mañana en AIRE, la referente de Argentinos por la Educación, Viviana Postay, analizó estos números y realizó una advertencia clave. Los datos arrojan un promedio general, pero la verdad es que si se analizan los resultados por regiones, se observa cómo se profundizan las diferencias dentro de la Argentina: mientras en Capital Federal son 29 los alumnos que terminen en tiempo y forma el ciclo de primaria y secundaria -también es un número bajo-; en las provincias más pobres como Santiago del Estero, Formosa o Corrientes, apenas 5 de cada 100 estudiantes lo logran.
La provincia de Santa Fe se encuentra dentro del promedio nacional, con 13 alumnos que cumplen con los parámetros establecidos en materia educativa tanto en el nivel primario, como en el secundario.
Estas cifras reflejan un retroceso con respecto a los resultados de grupos previos de alumnos evaluados, como los que completaron sus estudios primarios y secundarios entre de 2005 y 2016, y los que lo hicieron entre 2009 y 2020, cuando llegó la pandemia de covid.
Si se compara a los que cursaron entre 2011 y 2022 con los que lo hicieron entre 2009 y 2020 se observa un retroceso, ya que en aquel grupo eran 16 de cada 100 los alumnos que llegaban en tiempo y forma al final del secundario.
Las dos jurisdicciones con mejores índices en 2022 fueron Ciudad de Buenos Aires (29%) y Río Negro (18%). Hay varias jurisdicciones donde menos del 10% de los estudiantes llegan al último año de secundaria con la edad y los conocimientos esperados; la cifra desciende al 5% en Corrientes, Formosa y Santiago del Estero.
Son más los que terminan, pero con menos nivel de aprendizaje
El informe arroja un dato positivo: de cada 100 estudiantes que comenzaron su escolaridad en 2011, 61 llegaron al último año de la secundaria en el tiempo esperado (12 años después).
Esta cifra es mayor a la de los grupos anteriores: contrasta con un 46% alcanzado del grupo que estudió entre 2005 y 2016 y el 53% de los que atravesaron la primaria y la secundaria entre 2009 y 2020, lo que muestra un aumento gradual en el porcentaje de estudiantes que llegan al último año a tiempo.
Tierra del Fuego (83%), Río Negro (76%) y Chubut (72%) tienen la mayor proporción de alumnos que llegan al último año de la educación obligatoria en el tiempo esperado. En el otro extremo se ubican las jurisdicciones de Corrientes (38%), Misiones (45%) y Santiago del Estero (45%).
Si bien más chicos terminan sus estudios en el tiempo previsto, cada vez son más los que reflejan una caída en los niveles de aprendizaje en materias clave como Lengua y Matemática.
Entre los estudiantes que llegan a tiempo al último año de la secundaria, solo el 21,5% logra alcanzar los aprendizajes esperados, con niveles de desempeño satisfactorios o avanzados en Aprender 2022.
Esto representa una caída de 12,6 puntos porcentuales en comparación con los resultados de 2019. Un 33,5% de los estudiantes que rindieron la prueba en el último año no alcanza los niveles mínimos ni en Lengua ni en Matemática: la cifra aumentó con respecto al 26,5% registrado en 2019. La caída se explica principalmente por el retroceso en los puntajes de Matemática.
Según Magdalena Benvenuto, directora ejecutiva de la ONG Educar y Crecer, “los datos revelados por este informe se traducen en una realidad alarmante: a los 18 años, solo 1 de cada 10 jóvenes en Argentina puede enfrentar el mundo de los estudios superiores. Esta tragedia no puede explicarse exclusivamente como un fracaso de la escuela secundaria o por factores coyunturales como la pobreza, porque la tendencia negativa del desempeño de los estudiantes del secundario en Argentina ya arrastra 20 años. Es entonces necesario analizar al sistema educativo de raíz”.
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