Rosario fue sede este jueves de un nuevo encuentro sobre biotecnología. Es una ciudad donde hay una comunidad muy consolidada que investiga, debate, produce y trabaja mucho. En esta oportunidad se trató de un evento de características poco habituales por su poder de convocatoria. No de público, ya que el evento fue programado en un lugar reducido y un número acotado de público, casi en su totalidad gente del ambiente, sino por los nombres que la fundación Fundar sentó para los dos paneles que se desarrollaron entre las 9.30 y las 12: el ministro del Interior Eduardo "Wado" De Pedro, el diputado nacional Facundo Manes, el senador nacional Martín Lousteau, el gobernador de Santa Fe Omar Perotti, el intendente de Rosario Pablo Javkin, los científicos Raquel Chan y Hugo Menzella, el CEO de Bioceres Federico Trucco y Graciela Ciccia, integrante del directorio de Conicet y directora de Grupo Insud.
“Pilares de la innovación: El clúster biotecnológico de Rosario” y “La bioeconomía como estrategia de desarrollo federal”. Esos fueron los títulos elegidos para la actividad, precedida por una introducción de directivos de Fundar.
Lo primero a destacar es la exaltación del “cluster biotecnológico Rosario”, sobre el que hizo hincapié el director Ejecutivo de Fundar, Martín Reydó. Lo calificó como “probablemente el más desarrollado del país”, en relación a la coexistencia de institutos de investigación, recursos humanos, emprendedores, interacción público-privado, incubadoras, desarrollo de pymes, star ups y empresas de biotecnología nacidas como globales, es decir con la idea de exportar.
La organizadora del evento es una fundación joven y hasta ahora poco conocida, “dedicada al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas con foco en el desarrollo de una Argentina sustentable e inclusiva”. La creó y es el principal sostén el matemático argentino doctorado en Estados Unidos, Sebastián Ceria. En los 36 años que hace que reside en ese país también fundó dos empresas fue profesor en Columbia y lo nombraron miembro de la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos. Se describe como “un empresario argentino con conciencia social y compromiso por lo público” que cree que “no hay realización individual sin realización colectiva”.
En el primer panel hablaron de las experiencias, aunque de forma muy sintética, Hugo Menzella, rosarino que después de una década volvió al país en el contexto del programa de repatriación de científicos en el exterior para dirigir el Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos (IPROBYQ) y fundó la firma Keclon, que fabrica y exporta enzimas industriales; Raquel Chan, la bióloga santafesina que dirigió el equipo de investigación que descubrió el gen que permite obtener plantas de soja, maíz y trigo tolerantes a la sequía y a la salinidad. Graciela Ciccia, que también es coordinadora de la Cámara Argentina de Biotecnología, y Federico Trucco, referente de la empresa líder en biotecnología agrícola de Latinoamérica que cotiza en la Bolsa de Nueva York, para quien “hay que generar divisas a través de la biotecnología o de las exportaciones biotecnológicas, no necesariamente con bienes y servicios, sino construyendo activos intangibles que pueden ir al mercado de capital y materializar hoy una expectativa futura”. También Marina Baima, secretaria de Ciencia y tecnología de la provinciad de Santa Fe, que explicó los objetivos del área que dirige.
Entre ellos repasaron las necesidades para potenciar resultados desde el vínculo entre los investigadores con el sector productivo, hasta la educación y un ambiente urbano adecuado; desde las posibilidades de financiamiento hasta los roles que deben jugar la política y el Estado. Estuvo muy presente la diferencia entre lo que es un país que alcance logros individuales o aislados, de tener una comunidad de ciencia y tecnología robusta, consolidada e integrada productivamente.
Le siguió el panel político, donde Facundo Manes habló de enfocar en investigación y desarrollo más allá de la explotación de los recursos nacionales del país “para evitar que cuando los precios caigan volvamos a estar pobres como siempre”. Al cerrar dijo que el problema del país es político y que para destrabarlo el desafío es hacer lo que hicimos en el 83 con la democracia, ahora para que nos desarrollemos”;
El ministro Wado De Pedro contó la experiencia del Programa Agenda Federal como resultado de un proceso de identificación de las obras e inversiones estratégicas para el desarrollo con los 10 gobernadores del Norte Grande de “todos los signos políticos”, para lo cual viajaron meses atrás a Estados Unidos en busca del financiamiento. El gobernador Omar Perotti arrancó admitiendo que había sido muy criticado por reducir a Secretaría el Ministerio de Ciencia y Tecnología, pero que la razón era integrarlo con el Ministerio de Producción y luego proclamó que la política debe “darle tranquilidad” al sector de ciencia y la tecnología para que trabaje sin ruidos porque es “el elemento que le marca a la Argentina una nueva oportunidad de desarrollo”.
El intendente de Rosario Pablo Javkin repasó el aporte que un gobierno local puede hacer y destacó la profundización del vínculo entre la ciudad y la Universidad Nacional de Rosario. Marcó su convencimiento de que el desarrollo productivo y económico de la Argentina se tiene que dar desde el interior del país y sus economías regionales al centro, y no al revés.
El senador Martín Lousteau puntualizó mucho que Argentina no es un país rico en recursos naturales sino un país con potencialidades que le cuesta desarrollar y, volvió sobre uno de sus ejes discursivos, al poner “la productividad del estado”, no en términos de eficientismo, sino para atender cuestiones sociales y para generar un ámbito productivo para los que quieren producir. “Esa es una discusión y un gran acuerdo, no hay otra manera. Antes los Estados competían por los recursos naturales, uno invadía al otro. Salvo Putin, hoy no es así; sin embargo, los Estados compiten en los bienes y servicios que producimos, están metidos ahí, con los costos del Estado y lo que el Estado te da. Tenemos que ser capaces de ver que cuando estamos discutiendo una ley, cuando un gobierno toma una decisión, cuando la oposición reacciona…, estamos construyendo eso, un Estado que es más o menos competitivo en relación al resto del mundo”.
Si bien quienes hablaban en ese panel en su mayoría son parte de los dos grandes bloques políticos del país, coincidieron en que el problema de la Argentina “es la traba política que la tiene paralizada” y que es urgente desanudar. Desde Manes y Javkin a De Pedro, desde Losteau a Perotti.