El reconocido lanzador de peso y figura icónica de los 80 y 90 murió a los 75 años. De origen humilde, dejó un legado que marcó la historia del Reino Unido.
Murió a sus 75 años Geoff Capes, considerado el "hombre más fuerte del mundo".
Geoff Capes, recordado por su increíble fuerza y su destacado paso por el lanzamiento de peso, murió a los 75 años, según informaron sus familiares, aunque aún no trascendió la causa de su fallecimiento.
El hombre nacido en Holbeach, Lincolnshire, fue un ícono del deporte británico en las décadas de 1980 y 1990, destacándose como uno de los hombres más fuertes del mundo.
Capes, quien creció en una familia de escasos recursos, abandonó la escuela a los 14 años para trabajar como carbonero y agricultor, desempeñando duras labores como cargar 20 toneladas de patatas en apenas 20 minutos. Su vida cambió gracias a Stuart Storey, un atleta que reconoció su talento y lo introdujo al mundo del deporte.
Para mantener su imponente físico, Capes seguía una dieta que causaba asombro en el Reino Unido. Su rutina alimentaria diaria incluía casi 3 kilos de carne roja, una docena de huevos, sardinas, cereales, dos grandes hogazas de pan, y siete litros de leche, entre otros alimentos. Este régimen era fundamental para mantener su potencia y resistencia.
Capes dejó su marca al establecer un récord británico en el lanzamiento de peso con 21,68 metros, un hito que sigue vigente. Además, ganó medallas de oro en los Campeonatos Europeos en Pista Cubierta y en los Juegos de la Commonwealth, y representó a Gran Bretaña en tres Juegos Olímpicos: Múnich 1972, Montreal 1976 y Moscú 1980.
Aunque no obtuvo medallas olímpicas, su desempeño fue notable, alcanzando el quinto lugar en Moscú y el sexto en Montreal. Su carrera también incluyó éxitos en los Highland Games de Escocia, donde se coronó campeón en diversas ocasiones.
Su título de "Hombre más fuerte del mundo" llegó en 1983 y 1985, tras coronarse en competencias en Christchurch, Nueva Zelanda, y Cascais, Portugal. Estos logros lo catapultaron a la fama y lo convirtieron en una figura de la televisión británica, donde fue admirado por su extraordinaria fuerza y carisma.
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