"Lo que pasó en Rosario no es casualidad. El mal operativo y la pasividad de la policía no son más que el reflejo de un sistema corrupto y connivente", afirmó Bonadeo en su columna semanal en "Ahora Vengo".
El periodista explicó que, a lo largo de los años, la convivencia entre hinchadas en una misma cancha se ha vuelto "inviable", y aseguró que esto es una anomalía que solo sucede en Argentina: "En ningún fútbol del mundo se juega con un solo público, solo en el argentino. Estamos hablando de algo deforme, de algo trucho, que los dirigentes no quieren cambiar".
El poder de las barras bravas, incontrolable
Otro punto clave que Gonzalo Bonadeo remarcó es la influencia de las barras bravas y su estrecha relación con los dirigentes. "En la cancha de Boca, los barras son cortejados por la policía. Tienen el poder de ingresar sin ser revisados, como si fueran los dueños del lugar", denunció. Además, añadió: "Estos grupos no solo son un peligro para los hinchas comunes, sino que también se apropian de espacios que deberían pertenecer a los verdaderos hinchas".
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