El caso de Claudio Peralta es el de tantos chicos que se marchan de su club, sin oportunidades de demostrar todo su potencial, y logran rehacer su carrera en otro lado. "Caio", como lo apodan, surgió de las inferiores de Ateneo Inmaculada, de la Liga Santafesina de Fútbol, y fue captado en su adolescencia por el Club Atlético Unión, pero hoy en día transita su camino en el exterior.
El joven delantero nacido en el 2001, que antes de llegar al club colegial con 13 años, jugaba en la canchita de Sauce Viejo, de la Vecinal Manuel Gálvez, fue una de las grandes promesas del Tatengue y subió a Primera División de la mano de un ídolo como lo es Leonardo Carol Madelón. El entonces entrenador de Unión lo tildaba de 'Franquito' y lo perfilaba como el sucesor de Franco Soldano tras su salida.
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Sin embargo, Peralta no consiguió tener la oportunidad de brillar en la Primera del Tate y optó por redireccionar su carrera al fútbol español. En agosto de 2021, Caio firmó su primer contrato profesional con la entidad rojiblanca y se marchó cedido en dos oportunidades al ascenso de aquel país, hasta que finalmente decidió desvincularse del club que lo formó como profesional.
El atacante dialogó mano a mano con AIRE y contó cómo vive el presente de su carrera en el Mérida de España, con una dura lesión de ligamentos cruzados por la cual tuvo que ser operado el mes pasado. Además, se refirió al presente del elenco dirigido por el Kily González, su debut de la mano de Madelón y un posible retorno a Unión.
Caio Peralta, mano a mano con AIRE
— ¿Cómo atravesás tu presente en el fútbol español?
— Me rompí los cruzados presionando a un compañero en un entrenamiento, después de jugar un amistoso. Vivo solo acá, tengo la suerte de hacerlo en un lindo departamento. El club está muy preparado, es el mejor equipo de Extremadura. Al fin y al cabo, esta categoría ya es profesional. Jugamos contra Ibiza, Atlético de Madrid "B", Real Madrid Castilla… Es una categoría muy fuerte.
En Mérida hay un grupo humano que es una locura. Te ayudan muchísimo. En la lesión me ayudan mucho, tenemos un grupo de fisioterapia y de readaptadores que es una barbaridad. Yo decidí quedarme pese a que me ofrecieron volverme a la Argentina, para que vean cómo sufro, cómo voy llevándolo, y además porque la calidad de profesionales es increíble.
— ¿Cómo tomaste la decisión de irte a jugar a España?
Recuerdo que habíamos ido a jugar con la Reserva de Unión a Godoy Cruz y me llamó por teléfono mi representante (Maxi Insúa) diciéndome que había una posibilidad para ir a jugar a España. Las primeras dos salidas que tuve acá fueron a préstamo. Yo nunca pienso mucho las cosas, vi una posibilidad. El fútbol europeo maneja otro nivel económico y hay otro nivel de deportistas, acá el futbolista tiene mucha calidad técnica. La verdad es que no me costó tomar la decisión. Siempre tuve que tomar decisiones complicadas, pero es lo que amo, no me cuesta tomar una decisión para seguir lo que amo.
— Te sube Madelón a Primera. ¿Qué significa él para vos y tu carrera?
— Madelón fue una grata persona en mi carrera, me enseñó muchas cosas, me subió de muy chico, con 18 años recién cumplidos. Se habían ido Franco Soldano y Gamba, había un recambio. Después de jugar en la Copa Santa Fe, se acerca y me dice que me iba a subir con el plantel de Primera. Siempre me acuerdo de la primera charla en la oficina de él, me mostraba videos de Soldano y me decía 'Franquito', que quería que juegue como Soldano.
Es una persona espectacular, que tiene un sentimiento enorme por el club, es el patio de su casa. Es una persona que ama lo que hace y a las personas que trabajan en el club. Siempre digo que tuve esa suerte de que un ídolo de Unión me haya dado la oportunidad, y me haga estar con compañeros espectaculares como Bottineli, Corvalán, Yeimar, Damián Martínez, etc. Ese grupo tenía una calidad humana muy grande. Me acuerdo de un día que estábamos haciendo intermitente, Yeimar me ve con unas zapatillas un poco agujereadas y me pregunta: '¿cuánto calzás?', '42' le digo, y no me dijo más nada. Al otro día llego y tenía en mi taquilla unas zapatillas nuevas con un moño arriba. Esas cosas hay que reconocerlas, más cuando uno es chico.
— ¿Tuviste la chance concreta de volver a Unión, ¿no?
Yo firmé contrato con Unión por varios años y me fui dos años a préstamo. A mí me llamaron después de que terminó el torneo pasado, donde me fue muy bien y metí 15 goles. Justo Unión estaba en un momento complicado, con el 'Gallego Méndez. A mí me llama Piazza, que había hablado con Spahn. Me tuve que presentar, estuve ahí en Unión y bueno… situaciones adversas, situaciones que uno no termina de entender.
Estuve esperando, entrenando durante un mes y medio ahí, al margen del grupo, hasta que salió la posibilidad del Mérida. Conseguí la carta de libertad y me fui. ¿Si me hubiese gustado quedarme en Unión? No lo sé, la verdad uno siempre sueña en quedarse y jugar en el club que lo vio crecer. Pero es lo que tengo, es lo que decidí y no me arrepiento.
—¿Te pudiste mostrar con el técnico de Primera?
— Una sola vez hice fútbol con Méndez, un táctico. El problema fue que a la semana siguiente apareció el Kily González, una situación muy compleja en el club. Pero al final fue gratificante la llegada del Kily, le está yendo bien. Se dio así, no tuve suerte. En esta carrera hay que tener suerte en el momento indicado y yo, en ese momento, no la tuve.
—¿Seguís el presente de Unión?
— A Unión intento seguirlo siempre. Miro todo, mucho fútbol argentino. A Unión lo veo bien, me gusta la energía que tiene el equipo. Por ahí está en una situación complicada, que hace que haya mucha más presión, pero lo saben llevar espectacular. Creo que mucho tiene que ver el Kily González, un tipo con un repertorio tan grande, con ese carácter, hace que los chicos vayan como un tren. Lo de Kevin Zenón no me sorprende para nada, tiene una calidad desbordante.
— De delantero a delantero, ¿qué te parece el presente de Gonzalo Morales?
— Me gusta el 'Toro' Morales, me gusta Dómina también. El Toro se puede ver un poco afectado por como quiere jugar el Kily, le queda lejos el arco a veces, pero bueno, es el sacrificio que le debe pedir el técnico. Así y todo, el chico está haciendo muchos goles, ahora está en una mala racha, pero es normal, parte de la carrera del delantero… pasar de ser gloria pura a no meterla y parecer que todo es catástrofe. Pero es normal, es fútbol.
— ¿Te gustaría volver a Unión?
— Qué sé yo, me encantaría jugar en el 15 de Abril, pero después hay tantas cosas que hay que tener en cuenta. Argentina está complicado hoy en día, y acá la calidad de vida es altísima. Ojo eh, yo le tengo muchísimo cariño a Unión, te estoy diciendo que me quedo hasta las dos de la mañana para verlo, pero uno no tiene que ser necio y también poner por delante el futuro de su familia y el de uno mismo. No lo sé. Quizás, después de octubre, que hay elecciones, cambia todo, me llama Unión y yo como un león voy a poner la cabeza por el escudo. Hoy en día, no solo de Unión, hay muchos jugadores que se quieren ir de la Argentina porque, económicamente, es muy difícil hacer la diferencia.
— ¿Cuál te gustaría que sea el próximo paso en tu carrera?
— Principalmente, quiero seguir subiendo de categoría, llegar a la segunda división de acá es tocar el cielo. Estás hablando de una economía muy alta y una calidad de fútbol altísima. Los equipos de Primera, acá, se nutren mucho de jugadores de Segunda. Nunca fui una persona de hacer un salto rápido y altísimo. Y así me va bien, pasito a pasito. Hoy tengo un parate que me hace ver el futbol desde otro lado, trabajar más que nada desde lo psicológico, pero mi cabeza tiene ese objetivo y estoy convencido de que lo voy a lograr. Controles orientados no sobran, pero mentalmente no me para nadie, ja.