menu
search
Deportes Carlos Monzón | Deportes |

Carlos Monzón cumpliría 80 años: la carrera deportiva del campeón mundial de boxeo

De humildísimo origen, Escopeta se convirtió en el más grande púgil de la Argentina y uno de los más admirados y respetados en el mundo. Después fue modelo, actor de cine y entrenador. Su historia terminó marcada por la muerte de Alicia Muñiz: la Justicia lo condenó a 11 años de prisión por homicidio simple.

El viernes 7 de agosto de 1942 fue una muy fría y húmeda jornada de invierno en San Javier, provincia de Santa Fe. La procesión y la posterior misa que, en honor a San Cayetano –patrono del Trabajo para la grey católica, cuya festividad se celebra en esta fecha–, se ofició por la tarde, convocaron a casi todos sus habitantes, y sin distingos de clases sociales.

Por la noche, la temperatura descendió aún más y, encima, la fuerte lluvia que, proveniente del sur, comenzó a empapar algunos rincones de uno de los muy humildes ranchos –de los exactamente 12 que componían el barrio La Flecha, situado en la periferia del pueblo, a casi 20 cuadras al sur de la plaza principal–, la hacía más desapacible aún.

monzon 1
Carlos Monzón nació en San Javier el viernes 7 de agosto de 1942. Fue el octavo hijo (el sexto varón y el cuarto que vino al mundo en esta localidad) del matrimonio conformado por Roque Monzón y Amalia Ledesma. El nacimiento del futuro monarca indiscutido de los medianos fue certificado en la Libreta de Familia por Enrique Rivas, jefe del Registro Civil de San Javier, en el acta 183.

Carlos Monzón nació en San Javier el viernes 7 de agosto de 1942. Fue el octavo hijo (el sexto varón y el cuarto que vino al mundo en esta localidad) del matrimonio conformado por Roque Monzón y Amalia Ledesma. El nacimiento del futuro monarca indiscutido de los medianos fue certificado en la Libreta de Familia por Enrique Rivas, jefe del Registro Civil de San Javier, en el acta 183.

Este era de cuatro habitaciones unidas por un alero, con techo a dos aguas de paja brava. El armazón del rancho era de madera de la isla y, las paredes, de paja recubierta de barro y con lonas interiores que hacían de separadores de las piezas.

Pero en el interior del mismo la preocupación no eran la lluvia –o las goteras, ya que un par de ollas y baldes alcanzaban para mantenerlas a raya– ni, tampoco, el frío reinante. Es más, Amalia Ledesma de Monzón –con 32 años y 28 días–, muy transpirada, no lo sentía, ya que estaba en pleno trabajo de parto de su octavo hijo, el que estaba próximo a nacer.

Estaba acostada en el piso de tierra de su pieza, sobre una colcha que algunas vecinas –las que, solícitas y diligentes, se acercaron para ayudar en lo que fuera necesario–, habían colocado debajo de ella. Por esos años, así parían a sus hijos muchísimas mujeres, tanto las humildes como las de más elevada posición social. Es que el colchón de la cama, por más buena calidad que tuviera (aunque no era el caso del de los Monzón), se hundía, y no permitía que la parturienta pudiera hacer fuerza correctamente, desperdiciando energías. En cambio, en el suelo, duro y bien apisonado –como el del rancho donde Amalia vivía con su marido Roque y sus otros siete hijos–, el parto se facilitaba.

monzon 2.jpg
En este muy humilde rancho con piso de tierra –uno de los exactamente 12 que componían el barrio La Flecha, situado en la periferia de San Javier, a casi 20 cuadras al sur de la plaza principal–, nació Carlos Monzón. Allí vivió hasta 1951, cuando la familia se mudó a la ciudad de Santa Fe.

En este muy humilde rancho con piso de tierra –uno de los exactamente 12 que componían el barrio La Flecha, situado en la periferia de San Javier, a casi 20 cuadras al sur de la plaza principal–, nació Carlos Monzón. Allí vivió hasta 1951, cuando la familia se mudó a la ciudad de Santa Fe.

Las previsiones fueron las comunes para esa época. Los dos braseros que poseían los Monzón fueron abastecidos con leña y carbón –el que Roque conseguía en la estación de ferrocarril del pueblo– y, sobre los mismos, sendas ollas con agua caliente esperaban el nacimiento para que la comadrona lavara al bebé y, luego, lo vistiera y abrigara para darle y mantener el máximo de calor posible. Eran cerca de las 22 y, tras muy pocos minutos de esfuerzo de Amalia, en los que no hubo ningún tipo de complicación, nació Carlos Monzón.

“¡Macho!”, dijo doña Norberta Flores, la partera que ayudó a doña Amalia a traer al mundo a su octavo hijo (el sexto varón y el cuarto que nacía en San Javier), el que lloraba a más no poder.

“¡Qué largo es el guacho!”, acotó una de las vecinas, al ver la longitud de los brazos y piernas del recién nacido, de marcada tez cobriza y de cabello hirsuto y renegrido.

Pero doña Norberta, ajena a los comentarios de las características fisonómicas del bebé, continuó con su trabajo. Tomando la medida de cuatro dedos desde el ombligo, ató fuerte con hilo sisal y, con un escalpelo (que había desinfectado –por así decirlo–, hirviéndolo aunque, algunas veces, lo hacía mediante la limpieza con un algodón empapado en alcohol) cortó el cordón umbilical.

Doña Norberta, más conocida como la Abuela, tal como la llamaban todos –incluso como lo hizo Carlos en su infancia–, era la encargada de asistir a las madres en innumerables nacimientos en el San Javier de 1942. Ya había ayudado a Amalia cuando parió a Inocencio, Marta Elsa y Alcides René, los tres hijos que habían nacido en este pueblo. Y no solo eso: la asistió también con los de Elva Yolanda, Delia Beatriz y Edgardo Reyes, los tres que siguieron a Carlos. Es decir, fue la partera de los siete hermanos Monzón que vinieron al mundo en San Javier.

No lo hizo con los cuatro mayores –Zacarías, Nicéforo, Rosa y Rosendo Albino– ya que, los tres primeros nacieron en Saladero Cabal y, el cuarto, en Colonia Macías, como así tampoco con Reynaldo Oscar y con Víctor Hugo, los más pequeños de los 13 hijos que conformaron la descendencia de Roque y Amalia, porque ambos nacieron en nuestra ciudad.

monzon 8.jpg
Monzón y sus padres, don Roque y doña Amalia, cuando ya era campeón del mundo. Escopeta tuvo 12 hermanos: Zacarías, Nicéforo, Rosa, Rosendo Albino, Inocencio, Marta Elsa, Alcides René, Elva Yolanda, Delia Beatriz, Edgardo Reyes, Reynaldo Oscar y Víctor Hugo.

Monzón y sus padres, don Roque y doña Amalia, cuando ya era campeón del mundo. Escopeta tuvo 12 hermanos: Zacarías, Nicéforo, Rosa, Rosendo Albino, Inocencio, Marta Elsa, Alcides René, Elva Yolanda, Delia Beatriz, Edgardo Reyes, Reynaldo Oscar y Víctor Hugo.

Don Roque Monzón ayudó a doña Norberta a colocarle una faja a Amalia y, después de conocer al recién llegado y, sin importarle la lluvia ni el frío, se subió a su carro y se dirigió hacia el bar del pueblo donde, cumpliendo la histórica tradición de la familia, trasmitida de generación en generación, repitió el ritual que practicó ante el nacimiento de cada uno de sus hijos: bebió hasta emborracharse o hasta que cerrara el boliche –lo que ocurriera primero– o, como sucedió en algunos casos, ambas a la vez. Nueve días después del nacimiento de Carlos, don Roque cumplió 38 años.

Según consta en el acta número 183, el nacimiento del futuro monarca indiscutido de los medianos fue certificado por Enrique Rivas, jefe del Registro Civil de San Javier en 1942. Como hecho anecdótico se destaca que, en la Libreta de Familia del matrimonio Monzón y, en el espacio destinado a Nacimientos y Defunciones de sus Hijos, hay una enmienda en el del Hijo VIII, que fue Carlos.

monzon 3.jpg
La primera página de la Libreta de Enrolamiento (lo que ahora es el DNI) de Carlos Monzón. Su número era 6.247.944.

La primera página de la Libreta de Enrolamiento (lo que ahora es el DNI) de Carlos Monzón. Su número era 6.247.944.

Esta corrección se debió a que, inicialmente, Rivas se confundió y lo iba a anotar como nacido el 24 de agosto, el tercer lunes siguiente a su verdadera llegada al mundo, pero que fue el día en que Roque realizó el trámite. Salvado el involuntario error y, sin borrar sino tachando el 2 –el único número que llegó a anotar antes de advertir el yerro–, Rivas lo asentó como nacido el 7, que fue lo que realmente sucedió. De los 13 hijos, Carlos fue el único que tuvo una corrección de este tipo en la libreta de sus padres.

Cuna de barro, destino de oro

Carlos Monzón –al igual que sus abuelos paternos y maternos, sus padres, y diez de sus 12 hermanos–, vino al mundo hace hoy 80 años en una región históricamente postergada, y conformada actualmente por los departamentos San Javier y Garay, que integran un espacio de nuestra provincia conocida como región de la Costa, donde predominan los ríos.

Todas las familias tenían un denominador común: eran muy pobres, con sus múltiples carencias potenciadas por la falta de trabajo y, además, numerosas, donde para varios de sus integrantes era un auténtico lujo comer todos los días.

Este fue su humildísimo origen y, desde muy pequeño, aprendió a hacerle frente a la vida –la misma que, a la hora del reparto de las oportunidades de ser alguien, se había olvidado de él y de su familia– hasta que, como a miles de púgiles a lo largo de la historia en todo el mundo, el boxeo fue el único medio para escapar de la pobreza.

monzon 4.jpg
Monzón debutó como amateur el 2 de octubre de 1959 y, como profesional, el 6 de febrero de 1963. Antes de combatir por el título del mundo, ya se había consagrado campeón mediano de la provincia (en 1966), argentino (1966) y sudamericano (1967).

Monzón debutó como amateur el 2 de octubre de 1959 y, como profesional, el 6 de febrero de 1963. Antes de combatir por el título del mundo, ya se había consagrado campeón mediano de la provincia (en 1966), argentino (1966) y sudamericano (1967).

Luis Ángel Firpo dijo una vez: “Yo estoy seguro de que algún día aparecerá un muchacho de tez cetrina, cabello negro, con carácter hosco, rudo y seco. Pero sé que será famoso y le dará un enorme prestigio a nuestro boxeo”. El aserto del Toro Salvaje de las Pampas, el primer argentino en disputar un título mundial y licencia profesional Nº 1, fue inequívocamente profético.

Es que exactamente 28 años y tres meses después, el sábado 7 de noviembre de 1970, el que nunca tuvo una infancia, comía salteado y dejó la escuela en 3º grado para ayudar a llenar la olla de su familia, comenzaría un fabuloso reinado entre los medianos; a partir de allí, el mundo conocería para siempre el apellido Monzón y, tras 52 años, cinco meses y dos días, casi 60.000 dolidos fanáticos, de todas las clases sociales, lo despedirían el lunes 9 de enero de 1995 en el cementerio Municipal de la ciudad de Santa Fe.

monzon 7.jpg
Monzón comenzó a entrenar a las órdenes de Amílcar Oreste Brusa a principios de 1960. No se separaron más y, durante 17 años, recorrieron todos los rings de la ciudad, provincia, país y el  mundo hasta el retiro de Escopeta, y conformaron una de las duplas boxeador-técnico más exitosas de todos los tiempos.

Monzón comenzó a entrenar a las órdenes de Amílcar Oreste Brusa a principios de 1960. No se separaron más y, durante 17 años, recorrieron todos los rings de la ciudad, provincia, país y el mundo hasta el retiro de Escopeta, y conformaron una de las duplas boxeador-técnico más exitosas de todos los tiempos.

El más grande boxeador de nuestra historia

En la lluviosa noche del sábado 7 de noviembre de 1970, Monzón se consagró campeón mundial mediano unificado AMB-CMB tras noquear en el Palazzo dello Sport de Roma al italiano Giovanni Benvenuti en el 12º round con un derechazo que lo dejó a Nino como si fuera un títere al que le habían cortado los hilos.

monzon 5.jpg
En la lluviosa noche del sábado 7 de noviembre de 1970, Monzón se consagró campeón mundial mediano unificado AMB-CMB tras noquear en el Palazzo dello Sport de Roma al italiano Giovanni Nino Benvenuti en el 12º round.

En la lluviosa noche del sábado 7 de noviembre de 1970, Monzón se consagró campeón mundial mediano unificado AMB-CMB tras noquear en el Palazzo dello Sport de Roma al italiano Giovanni Nino Benvenuti en el 12º round.

Escopeta –bautizado así por su biógrafo personal, el periodista, árbitro, juez y estadígrafo santafesino Julio Juan Cantero– alcanzó la gloria y se convirtió en el cuarto monarca argentino –tras Pascual Pérez, Horacio Accavallo y Nicolino Locche– y el primero en coronarse en Europa.

Retendría 14 veces sus coronas (11 en el exterior y solo tres en el país). Fue el primer argentino en ingresar al International Boxing Hall of Fame –Salón de la Fama del Boxeo– situado en Canastota, Nueva York; en 1972 se alzó con el Olimpia de Oro, otorgado por el Círculo de Periodistas Deportivos de la Capital Federal, y fue el primer deportista santafesino en recibirlo.

monzon 6.jpg
Escopeta retuvo 14 veces sus coronas (11 en el exterior y solo tres en el país), récord para la categoría que recién sería superado en 2002. En la foto, la primera de las defensas que realizó en la Argentina, cuando el 25 de septiembre de 1971, le GKOT 14 a Emile Griffith en el Luna Park.

Escopeta retuvo 14 veces sus coronas (11 en el exterior y solo tres en el país), récord para la categoría que recién sería superado en 2002. En la foto, la primera de las defensas que realizó en la Argentina, cuando el 25 de septiembre de 1971, le GKOT 14 a Emile Griffith en el Luna Park.

En 1973, la Asociación de Cronistas de Boxeo de Estados Unidos lo distinguió como Boxeador del Año, y recibió este premio en Nueva York. Es considerado uno de los más grandes medianos de la historia, junto a Harry Greb, Stanley Ketchel, Ray Sugar Robinson y Marvin Hagler y, también, uno de los más grandes latinos de todos los tiempos, junto con Julio César Chávez, Roberto Durán y Alexis Argüello.

Entre el 6 de febrero de 1963 –cuando debutó– y el 30 de julio de 1977 –cuando realizó su último combate– su récord profesional fue de 87–3–9–1 S/D (59 ko), con un 87 % de victorias. Si a las mismas les sumamos los nueve empates y el combate sin decisión, de las 100 veces que Escopeta subió a un ring para disputar una pelea, ¡en 97 bajó del mismo sin perder!

monzon 9.jpg
El 13 de diciembre de 1975 y, en el Nouvelle Hippodrome de París, le GKO 5 al tunecino-francés Gratien Tonna, en la que fue su 12ª y antepenúltima defensa. Posteriormente derrotaría dos veces al colombiano Rodrigo Valdés (en 1976 y 1977, en ambos casos en Montecarlo, y por puntos en 15 rounds), para luego retirarse.

El 13 de diciembre de 1975 y, en el Nouvelle Hippodrome de París, le GKO 5 al tunecino-francés Gratien Tonna, en la que fue su 12ª y antepenúltima defensa. Posteriormente derrotaría dos veces al colombiano Rodrigo Valdés (en 1976 y 1977, en ambos casos en Montecarlo, y por puntos en 15 rounds), para luego retirarse.

Asimismo, de ese centenar de combates, en 21 de ellas (el 21 %, poco más de la quinta parte de su campaña), disputó un título de las 160 libras, ya que fue campeón mediano de la provincia de Santa Fe, argentino, sudamericano y mundial unificado AMB-CMB.

El nacido en San Javier anunció su retiro el lunes 29 de agosto de 1977 en el Sheraton Hotel de Buenos Aires, y fue monarca indiscutido mediano durante seis años, nueve meses y 22 días.

El estadounidense Angelo Dundee –entrenador, entre otros, de dos fenómenos como Muhammad Ali y Ray Sugar Leonard– definió lo que fue el santafesino sobre un ring: “Boxeadores perfectos hay muchos y cada uno tiene su gusto pero, si me preguntan y cuenta mi opinión, para mí ese boxeador se llama Carlos Monzón”.

monzon 10.jpg
Por lejos, Monzón es el púgil más reconocido, admirado y respetado en todo el mundo. En la foto, de septiembre de 1983 (hacía seis años que se había retirado), fue uno de los invitados especiales por el 20º aniversario del CMB. La celebración se realizó en el Doral Inn Hotel de Nueva York y, en la misma, Carlos posó con dos leyendas y miembros del Hall de la Fama del Boxeo, al igual que él: Muhammad Ali y Alexis Argüello.

Por lejos, Monzón es el púgil más reconocido, admirado y respetado en todo el mundo. En la foto, de septiembre de 1983 (hacía seis años que se había retirado), fue uno de los invitados especiales por el 20º aniversario del CMB. La celebración se realizó en el Doral Inn Hotel de Nueva York y, en la misma, Carlos posó con dos leyendas y miembros del Hall de la Fama del Boxeo, al igual que él: Muhammad Ali y Alexis Argüello.

Su presencia era sinónimo de caos vehicular en Roma o París, cuyos tráficos –literalmente– paralizaba. Disfrutó de las fastuosas recepciones que le brindaron príncipes, magnates y presidentes, de interminables noches en el Lido o el Moulin Rouge de la Ciudad Luz, de las fiestas organizadas por su amigo Alain Delon y, también, fue modelo, actor de cine, entrenador, vivió una mediática relación con Susana Giménez, le adjudicaron mil romances más, viajó por el mundo y se bebió todos los vientos, rodeado de infinitos lujos que borraron las necesidades con las que había venido al mundo.

Se casó con la modelo uruguaya Alicia Muñiz y tuvieron a Maximiliano Roque, quien nació el 28 de diciembre de 1981. El 3 de julio de 1989 -cuando tenía 46 años, diez meses y 26 días- Monzón fue condenado a 11 años de prisión por el homicidio simple de Alicia Muñiz, quien murió después de caer del balcón del chalet de Pedro Zanni 1567 en Mar del Plata.

El domingo 8 de enero de 1995, cuando estaba muy cerca de terminar su condena y gozaba de libertad condicional que le permitía salir del penal de Las Flores, murió en un accidente automovilístico a la altura del Paraje Los Cerrillos, en el kilómetro 51 de la ruta provincial Nº 1, la misma por donde había llegado a Santa Fe cuando tenía solo 9 años.