Un nuevo hecho de violencia sacudió al fútbol amateur durante el fin de semana, cuando en un partido de la Liga Rosaleña de Fútbol, el jugador Agustín Weideles, del equipo bahiense El Cometa, agredió brutalmente al árbitro del encuentro, Gustavo Haag.
El episodio, que quedó registrado en video y rápidamente se viralizó en las redes sociales, terminó con Haag con una fractura de pómulo, según informaron fuentes cercanas a la organización.
LEER MÁS ► Con tres santafesinos, el equipo argentino de natación arrasó en el Sudamericano de Paraguay
Bestial agresión a un árbitro de la Liga Rosaleña
El encuentro se disputaba entre El Cometa y Villa Arias, y la agresión dejó consternados a los presentes. Ante la gravedad del hecho, la Liga Rosaleña tomó medidas inmediatas: suspendió de por vida a Weideles, y al club bahiense le impuso una quita de puntos y una sanción económica. En respuesta, la institución decidió retirarse de la competencia.
El Club Villa Arias, local en el partido, difundió un comunicado repudiando enérgicamente lo ocurrido
“Desde nuestra Institución repudiamos el acto cobarde que sufriera el árbitro Gustavo Haag por parte de un jugador del club Cometa. Que no solo empaña un espectáculo deportivo, sino que daña a sus actores.
Desde nuestro Club Villa Arias en todo momento Comisión Directiva y Cuerpo Técnico, como así también nuestros simpatizantes, actuaron en solidaridad y al resguardo de semejante acto de violencia que sufriera el árbitro en dos oportunidades. Entendiendo que un juego deportivo no puede nunca dañar físicamente a un trabajador del fútbol. Como Institución respaldamos todo accionar que termine con estos actos que arruinan el esfuerzo de muchos para que el fútbol amateur siga siendo un espectáculo”.
El caso volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la violencia en el fútbol amateur, un fenómeno recurrente que amenaza no solo con empañar el deporte, sino con poner en riesgo la integridad de quienes lo hacen posible.