La historia futbolística de la ciudad de Santa Fe abarca más de un siglo de historia. Por las filas del Club Atlético Colón y el Club Atlético Unión, pasaron una gran cantidad de futbolistas que tuvieron trascendencia nacional e internacional, durante las primeras décadas del siglo pasado. Algunos de ellos, han tenido una capacidad técnica excepcional, obteniendo el privilegio de vestir la camiseta de la selección argentina.
Uno de ellos fue Alberto Luis Galateo, futbolista excepcional que supo vestir las dos camisetas de la ciudad de Santa Fe, y que perdió a su enamorada por “cambiarse de vereda”. Además, disputó el Mundial de Italia 1934 y fue una gran figura de Huracán y Chacarita, destacándose en estos clubes de Buenos Aires en los certámenes a nivel nacional.
También es imperiosa la necesidad de reflexionar acerca de su vida fuera de la actividad deportiva, signada por las adicciones y la violencia intrafamiliar, lo que desencadenó el parricidio por parte de su hijo mayor.
Alberto Galateo, y la primera gran disputa dirigencial entre el Club Atlético Colón y el Club Atlético Unión
La decisión ante semejante traición del Club Atlético Unión, de saltearse la negociación con el Club Atlético Colón e intentar seducir a los jugadores, fue dispar entre Rivarola y Galateo: Antonio no soportó el desamor y devolvió la prima para continuar jugando en el conjunto sabalero siendo uno de los primeros grandes ídolos de la institución, mientras que Alberto consumó una de las traiciones más impactantes en las primeras décadas de rivalidad entre los dos equipos más importantes de la Ciudad de Santa Fe. En diálogo con AIRE, Diego Meloni (historiador del fútbol de la ciudad y periodista), confirmó que la mujer en cuestión “era el gran amor de su vida”.
¿Quién era Alberto Galateo?
Alberto Luis Galateo nació el 4 de marzo de 1912 en la ciudad de Santa Fe. Hijo de una pareja de inmigrantes italianos radicados en nuestro país, José Galateo y María Ambrosig; inició su carrera deportiva en el Club San Lorenzo de Santa Fe.
Inmediatamente se insertó en las filas del Club Atlético Colón. A sus 18 años, se vio envuelto en una encrucijada que cambió indefectiblemente su vida: el Club Atlético Unión hizo una oferta doble en 1930 para llevarse a los dos emblemas rojinegros: ofrecieron una importante prima a Juan Antonio Rivarola (que también logró jugar en la selección argentina) y al propio Galateo.
La familia Desimone (cuyas hijas de uno de los dirigentes de San Lorenzo de Santa Fe eran novias de los citados jugadores), provocó el escándalo: no se le permitió más el ingreso al hogar de la familia, hasta que rectifiquen su decisión de ir al conjunto que hacía pocos meses se había instalado en la Avenida López y Planes, ya que el estadio se inauguró en abril de 1929.
En el Club Atlético Unión fue un futbolista excepcional, con varios ciclos y alternancias en la institución (también estuvo en varias etapas en el Club Atlético Colón), lo que le permitió poder jugar en Buenos Aires, además de Brasil y la selección argentina de fútbol. Con la camiseta nacional, disputó el Mundial de Italia 1934, en el único partido que disputó el seleccionado en aquella Copa del Mundo, con derrota por 3 a 2 ante Suecia y eliminación por el formato de competencia: eliminación todos contra todos a único partido.
Pese a la derrota, fue la figura en ese encuentro, marcando el segundo gol del equipo. Aquel combinado tuvo más presencias de los clubes de Santa Fe: Ramón Astudillo (Club Atlético Colón) y Federico Wilde (Club Atlético Unión). El seleccionado nacional, debido a que en ese entonces había una grave crisis de organización en el fútbol argentino, fue nutrida de jugadores amateurs, privándose de llevar a aquellos futbolistas “profesionales”, quienes disputaban torneos bajo esta condición desde el año 1931, aunque desde hacía mucho tiempo atrás ya cobraban por disputar encuentros.
Retirado de la actividad se radicó en la localidad bonaerense de Sáenz Peña. Los vecinos eran testigos de las fuertes disputas familiares, en las cuales Galateo le quitó la visión de un ojo a su esposa Fortunata Bongiovanni, tal como puede consignarse en el docuficción “Terror Familiar”, estrenado en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), dirigido por uno de sus nietos, Damián Galateo.
El parricidio de Alberto Luis Galateo y el sobreseimiento de su hijo
El fatídico final de este futbolista se dio el domingo 26 de febrero de 1961. Según la crónica policial del hecho, Alberto Luis Galateo ingresa embriagado a su domicilio luego de una noche de boliche, amenazó a su mujer y a su hija Luisa con un cuchillo, provocando el ingreso a la vivienda de su hijo David con un revólver calibre 38, matándolo tras efectuar cinco disparos. El delantero que alguna vez jugó en el Club Atlético Colón y luego pasó al Club Atlético Unión cayó muerto instantáneamente muy pronto a cumplir medio siglo de vida.
Semanas posteriores al hecho, “Yiyi”, el hijo mayor de Galateo y quien lo ultimó, quedó sobreseído de la causa al haber actuado en legítima defensa, tal como consignó Meloni en la entrevista con José Graells, Facundo González y Andrés Yossen.
De esta manera, culminaba un aberrante hecho que cerraba una situación de violencia intrafamiliar desencadenada por adicciones y que se llevó la vida de un futbolista que podría haber tenido una carrera mucho más extensa y próspera de no haberse cruzado con el alcohol y la indisciplina.
Trayectoria de Alberto Luis Galateo
1930, Club Atlético Colón
1931-1934, Club Atlético Unión
1934, Nacional -hoy Argentino de Rosario-.
1935, Huracán.
1936-1937, Huracán y Club Atlético Unión.
1938, Chacarita Juniors.
1939, E.C. Bahía (Brasil) y Racing.
1940, Sp. Candioti.
1941, Sp. Candioti.
1942, Sp. Candioti.
1943, Colegiales