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Gritos de la Tierra Cambio climático | Argentina | Inundaciones

El agro argentino pone la lupa sobre los efectos del cambio climático

Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario alerta sobre los impactos de sequías y lluvias, y sugiere acciones de mitigación. El impacto de este escenario climático en el PBI de la Argentina.

El cambio climático aumenta las probabilidades de que las sequías sean más frecuentes e intensas en muchas regiones del mundo en las próximas décadas. En Argentina, donde el sector agropecuario explica en promedio un 8,7% del PBI y un 60% de las exportaciones, esto se traduce en una mayor vulnerabilidad ambiental, productiva y económica, como lo demuestra el hecho que el episodio grave de déficit hídrico de 2018 generó una caída del producto del 2,5%. Ante esto, hace falta política de mitigación, adaptación, infraestructura y fiscales que permitan absorber este riesgo.

Así se desprende del extenso artículo “Sequías: antecedentes, tratamiento e impacto en el sector agropecuario argentino”, escrito por Gustavo Víctor Necco Carlomagno y José Luis Aiello, y publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario. En el trabajo se destaca que la demanda de agua ha aumentado debido, además del cambio climático, “al crecimiento de la población y la expansión de los sectores agrícola e industrial”.

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La falta de lluvias generó la bajante más importante en medio siglo en la cuenca del río Paraná.

La falta de lluvias generó la bajante más importante en medio siglo en la cuenca del río Paraná.

“La tendencia al calentamiento actual resulta de particular importancia, ya que es extremadamente posible (con una probabilidad mayor del 95%) que la mayor parte de ella sea el resultado de la actividad humana desde mediados del siglo XX, y avanza a un ritmo sin precedentes”, explican los autores.

Consenso científico

El artículo recuerda, por si hiciera falta todavía, que la evidencia de un rápido calentamiento global, que desestabiliza al sistema climático, es convincente. Existe amplia evidencia científica sobre que la temperatura promedio de la superficie del planeta ha aumentado aproximadamente 1,18 grados centígrados desde finales del siglo XIX, un cambio impulsado en gran medida por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y otras actividades humanas.

Peor aún: la mayor parte del calentamiento se produjo en los últimos 40 años, siendo los más cálidos los siete años más recientes y con máximos registrados entre los años 2016 y 2020. Esto genera que los océanos se calienten, y favorece la multiplicación de eventos extremos: “Se ha observado en épocas recientes que el número de récords de altas temperaturas ha aumentado, mientras que los récords de bajas temperaturas registrados han disminuido. También la ocurrencia de una creciente cantidad de eventos de lluvia intensa”, destaca el trabajo de investigación de la BCR.

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El agua, un bien escaso

En un escenario marcado por una creciente y acelerada crisis climática, las sequías son especialmente preocupantes en las principales praderas del mundo, donde impactan tanto en la producción de alimentos como en la degradación de los suelos por erosión eólica. “Las sequías fueron la causa más importante de personas afectadas por desastres naturales en todo el mundo a lo largo del siglo XX”, detallaron los expertos, quienes agregaron que, según la FAO, causaron un tercio de las pérdidas globales de producción agrícola entre 2005/2015 por un monto de 96.000 millones de dólares.

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La falta de agua también impacta en los rendimientos de los cultivos y en el PBI de la economía argentina-

La falta de agua también impacta en los rendimientos de los cultivos y en el PBI de la economía argentina-

Dentro de los eventos extremos, sequías e inundaciones están en el top de las preocupaciones, y sobran ejemplos a nivel regional en este sentido: el Pantanal brasileño registró un estiaje severo entre 2019 y 2020 como resultado de un fenómeno meteorológico natural, similar al que desencadenó la crisis hídrica en el estado de San Pablo entre 2014 y 2016, según la BCR.

Por su parte, el centro de Chile padece desde 2010 una secuencia ininterrumpida de años secos, con déficits anuales de precipitaciones que oscilan entre 25% y 45%. “Aunque las sequías intensas de uno o dos años son recurrentes en esta región mediterránea, el actual evento se destaca por su longevidad y gran extensión. El carácter extraordinario de esta llamada “mega sequía de Chile central”, subraya el documento.

Impactos en Argentina

Existe evidencia para afirmar que las inundaciones y las sequías son los extremos hidro-meteorológicos de mayor impacto en la Argentina. Según un informe reciente del Banco Mundial, llamado “Impactos de las crisis climáticas en la pobreza y la macroeconomía en la Argentina”, las inundaciones generan pérdidas anuales promedio de activos de entre 500 millones y 1400 millones de dólares, o sea en promedio de 1.000 millones anuales. Estas pérdidas podrían aumentar hasta un 125% debido al cambio climático. Las sequías extremas, además, tienen importantes consecuencias para el ambiente, la agricultura, la economía, la salud y la sociedad.

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Los autores señalan que, si bien la variabilidad climática es con frecuencia la principal causa de los eventos individuales de las sequías ocurridas, “la ocurrencia de casos severos durante años recientes en muchas regiones es consistente con resultados derivados de simulaciones forzadas con aumentos en la concentración de gases de efecto invernadero, por lo que se espera que estos fenómenos puedan continuar intensificándose en el futuro mediato”.

Entre las opciones sugeridas para mitigar la sequía apuntan “una serie de acciones para mejorar su gestión que pueden incluir: su identificación, monitoreo, alerta temprana y eventual previsión”. También la construcción de obras de almacenaje de agua en épocas lluviosas para su uso en los periodos secos, así como la contratación de seguros específicos, la siembra de variedades de semillas resistentes y la aplicación de políticas fiscales “que permitan a los productores poder absorber y superar los impactos de este fenómeno extremo”.