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Perdió el control por un pozo en la ruta
El conductor del vehículo, Sebastián Díaz, había pasado a buscar a su hija Iris Francisca para festejar juntos el Día del Padre. La menor vivía con su mamá en Añatuya. El hombre viajaba acompañado por Oscar Fernando “Gusano” Bravo, un amigo de Quimilí que se sumó al recorrido con la esperanza de conseguir trabajo en la zona.
Según los primeros informes, la Ford Ranger en la que se trasladaban se topó con un pozo en el asfalto. El conductor perdió el control, la camioneta salió de la ruta, dio varios tumbos, se estrelló contra un árbol y se prendió fuego.
El pesar también llegó a la escuelita de patín "Piruetas sobre Ruedas", espacio que Iris frecuentaba con entusiasmo y alegría.
El pesar también llegó a la escuelita de patín “Piruetas sobre Ruedas”, espacio que Iris frecuentaba con entusiasmo y alegría.
Murieron Iris y su acompañante
Iris salió despedida del vehículo por el impacto y murió en el acto. Su cuerpo fue hallado a tres metros del asfalto. En tanto, Bravo fue encontrado calcinado dentro del vehículo. Aún se investiga si falleció por el golpe o por el fuego. Díaz, el padre de la menor, fue hallado con quemaduras y en estado de shock a pocos metros del lugar. Entre lágrimas, alcanzó a contar que había perdido el control por un pozo en la ruta.
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Dolor en Añatuya y Quimilí
La muerte de Iris generó profunda tristeza en Añatuya. La niña era alumna de la Escuela Florentino Ameghino y formaba parte de la escuelita de patín “Piruetas sobre Ruedas”, que la despidió con un emotivo mensaje: “Gracias por haber iluminado la pista con tu alegría y color siempre”.
Por su parte, la comunidad de Quimilí despidió con pesar a Oscar Bravo, un hombre muy querido y solidario que realizaba distintos oficios y colaboraba frecuentemente con los bomberos de la zona.
Qué se sabe de la investigación
El caso quedó en manos de la Justicia local. Criminalística realizó peritajes en la zona para determinar las causas del accidente. Aún no se definió si se ordenarán autopsias. Los cuerpos de Iris y Bravo fueron velados en Añatuya, en medio de una enorme conmoción.
