Su ausencia no solo agrava el calor extremo, sino que también impacta negativamente en la biodiversidad y el bienestar de la población. Según Ignacio Sobrevilla, licenciado en biodiversidad, la ausencia de cobertura arbórea reduce la capacidad de regulación térmica del entorno urbano, aumentando la temperatura en las calles y afectando la calidad de vida de los habitantes
La falta de árboles es un factor determinante en la intensificación de las olas de calor
Los árboles proporcionan sombra, reducen la radiación solar directa y contribuyen a la evapotranspiración, un proceso natural que ayuda a enfriar el aire.