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Kawhi Leonard, un MVP casi inédito que volvió a la gloria

Kawhi Leonard se ha consagrado como el gran triunfador de la temporada 2018-19 de la NBA.

El alero llegó a los Toronto Raptors el pasado verano después de haberse pasado prácticamente todo un año sin jugar y tras protagonizar una particular guerra con los San Antonio Spurs, de donde pidió salir preferiblemente para ir a algún equipo de Los Ángeles, se ha proclamado campeón de la NBA por segunda vez en su carrera y volviendo a ser el líder, es decir, ganando el premio al MVP de las Finales.

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Acostumbrado a remar a contracorriente en su vida, en su primer año de instituto se quedó fuera del equipo de baloncesto y con 17 años presenció la muerte de su padre, Leonard pasó de quedar como un villano ante los ojos del público a ser el héroe de todo un país como es Canadá.

No es exagerado decir que Kawhi ha jugado el mejor baloncesto de su carrera, pero lo que realmente pasará a la historia será el nivel que ha mostrado en los ‘playoffs’. A lo largo de su trayectoria no hay nada que se parezca a sus 30,9 puntos, 9,2 rebotes, 4 asistencias y 1,7 robos por partido, destacando su voracidad anotadora. Con un total de 732 tantos, sólo Michael Jordan (759 en 1992) y LeBron James (748 en 2018) anotaron más que él en una ‘postemporada’.

Pero hay más, lo que ha conseguido Leonard es casi inédito. El alero se suma a Kareem Abdul-Jabbar y LeBron como únicos jugadores capaces de ser nombrados como MVP de las Finales con dos equipos diferentes.

Y por si fuera poco, también ha involucrado a algunos de sus compañeros para sus récords, como es el caso de Pascal Siakam. Entre ambos han alcanzado los 1.187 puntos, la segunda mejor marca de una pareja en ‘playoffs’ empatando con Michael Jordan y Scottie Pippen y sólo por detrás de Dwyane Wade y LeBron James en 2012, cuando sumaron 1.222 tantos.

Marca.com

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