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Salud

En Santa Fe utilizan terapias celulares para tratar lesiones traumatológicas

Las terapias regenerativas abren múltiples posibilidades para el abordaje de lesiones músculo-esqueléticas. El traumatólogo Ignacio Dallo, referente global en su aplicación, explicó a Aire de Santa Fe los tratamientos biológicos actuales y sus indicaciones.

Redacción Aire Digital

El desarrollo y la aplicación de terapias regenerativas constituyen un promisorio campo en el abordaje de las lesiones del sistema músculo-esquelético. Se basan “en la autoreparación celular y la bioingeniería tisular (de los tejidos), profundizando los conocimientos de la fisiopatología humana y la rehabilitación”, explicó a Aire de Santa Fe Ignacio Dallo, médico especialista en Ortopedia y Traumatología, y en Cirugía Artroscópica.

Los abordajes de este tipo están comprendidos dentro de las terapias biológicas autólogas (se usan células y factores de crecimiento del paciente) mínimamente manipuladas que mejoran sensiblemente el potencial de cicatrización de los componentes dañados, entre otros beneficios.

Dallo, que forma parte del Comité de Educación de Isakos (Sociedad Internacional de Artroscopia, Cirugía de Rodilla y Traumatologia del Deporte), comenzó a desarrollar y aplicar terapias celulares hace casi 15 años. “Inicialmente utilizábamos plasma rico en plaquetas (PRP) para las fracturas que no cicatrizaban. Luego lo continuamos utilizando en diferentes formas: gel, líquido, mezclado con chips (fragmentos) de hueso para múltiples afecciones ortopédicas y traumatológicas que necesitaban un estímulo biológico que ayude a mejorar la cicatrización de los tejidos dañados. Por ejemplo en casos de desgarros tendinosos, tendinopatías crónicas, lesiones ligamentarias y del cartílago articular”, recordó el traumatólogo, quien tiene una amplia trayectoria y formación en reconocidos centros internacionales de Europa y Estados Unidos. Recientemente estuvo en OASI Bioresearch Foundation visitando al Dr Alberto Gobbi en Milán (Italia).

“En la última década comenzamos a emplear el concentrado de médula ósea como fuente de células y factores de crecimiento para tratar problemas como la artrosis o la osteonecrosis, en cadera y rodilla fundamentalmente”, agregó Dallo, también posgraduado en Medicina del Deporte.

La sangre se compone de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. Las plaquetas son fragmentos celulares fundamentales que ayudan a coagular la sangre. El plasma es la parte líquida de la misma, que transporta los distintos tipos de células a todas las partes del cuerpo. Además, el plasma transporta unas proteínas llamadas “factores de coagulación” que ayudan a las plaquetas a formar coágulos. Las plaquetas además son una fuente por excelencia de factores de crecimiento.

Un hemoterapeuta extrae a la persona un poco de sangre del antebrazo y, tras un proceso de centrifugado en laboratorio, se obtiene una fracción del plasma con una concentración de plaquetas superior a la de sangre periférica. En estos tratamientos es fundamental respetar la Ley Nacional de Sangre 22.990 y los estándares de la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematologia y Terapias Celulares https://www.aahitc.org.ar/publicaciones/guias-nacionales-para-el-uso-de-la-sangre/estandares-para-la-obtencion-produccion-y-almacenamiento-del-plasma-rico-en-plaquetas/

Ese plasma rico en plaquetas y los factores de crecimiento que contienen constituyen un tratamiento biológico autólogo que ayuda a tratar las lesiones de los tendones, músculos y cartílagos que no mejoran con los tratamientos médicos habituales.

—¿Cómo se usa en Traumatología el PRP y en qué lesiones o patologías?
—El PRP es un concentrado de plaquetas obtenido de la sangre del propio paciente que, al ser inyectado en el sitio a tratar, libera factores de crecimiento que promueven la regeneración de los tejidos dañados, activando las células madre presentes en la zona. Una de las principales ventajas de este tratamiento es que por utilizar la sangre propia del paciente no existe posibilidad de rechazo al concentrado. La inyección directa de PRP en la zona ha dado resultados positivos tanto en deportistas de élite, como en amateurs y en la población en general. Del mismo modo, existen numerosos casos corroborados mediante testimonios de pacientes y experiencia profesional, en donde las personas con artrosis de rodilla, tendinitis del manguito rotador, epicondilitis (o “codo de tenista”), discopatía lumbar sintomática y refractaria, entre otros, presentan rápidas mejorías luego de la infiltración. También el Plasma Rico en Plaquetas suele utilizarse en lesiones de ligamentos, meniscos y del cartílago articular. Además, en la reparación quirurgica del manguito rotador. enumeró Dallo.

El Dr. Dallo explicó que “el concentrado de Células Madre y Factores de Crecimiento de la Médula Ósea contiene, como su nombre indica, células madre mesenquimales, factores de crecimiento y proteínas antiinflamatorias que han demostrado promover la curación de huesos, cartílago y tejidos blandos, así como reducir el dolor, la inflamación y la rigidez, relacionados con lesiones, tendinopatías y artritis”.

Las células madre mesenquimales actúan en la regeneración o reparación de los tejidos dañados y sustituyen las células que mueren de forma rutinaria. Así, cuando un individuo se ha desarrollado, una pequeña parte de células madre queda residiendo en la mayoría de los distintos tejidos, para activarse cuando sea necesario reparándolos o regenerándolos, manteniendo de esta manera el organismo sano.

—¿Cómo se obtiene y prepara el Concentrado de Células Madre y Factores de Crecimiento?
—Las células madre se pueden encontrar en muchos tejidos de todo el cuerpo. Una de las fuentes más ricas para este fin es la médula ósea. Afortunadamente, la médula ósea puede obtenerse de varios huesos dentro del cuerpo a los que es relativamente fácil de acceder. Para crear el Concentrado de Células Madre y Factores de Crecimiento, se aspira la médula ósea a través de una pequeña punción en la cresta ilíaca (hueso pélvico),siendo posteriormente colocada en una unidad de procesamiento especial ( cabina de flujo laminar) en la que se concentran las células madre obtenidas de su cuerpo y los factores de crecimiento. El concentrado se recoge en una jeringa estéril y se inyecta en la zona del cuerpo a tratar. Son terapias muy seguras, casi sin efectos adversos.
—¿A quiénes están dirigidos estos tratamientos?
—Las células madre junto con factores de crecimiento están principalmente recomendados para aquellos pacientes en los que fallaron previamente otras terapias conservadoras incluyendo rehabilitación fisiokinésica, medicaciones, reposo, y otras infiltraciones como ácido hialurónico y corticoides. También es una buena opción para aquellos que no son candidatos para la cirugía o prefieren evitar la cirugía electiva. Las condiciones que pueden ser tratadas incluyen:

– Artrosis de rodilla y cadera
– Lesiones del manguito rotador
– Lesiones de ligamentos de rodilla, codo, tobillo etc.
– Desgarros del Labrum de cadera
– Lesiones del cartílago articular
– Lesiones de tendones

El Dr. Dallo explicó que en el caso del Plasma Rico en Plaquetas en la actualidad “existen trabajos de Nivel I de Evidencia Científica (el más alto), sobre el tratamiento sintomático de la artrosis y epicondilitis o codo de tenista, y para el concentrado de Médula Ósea y Factores de Crecimiento en osteonecrosis de cadera”.

Y sobre el modo en que evolucionan los pacientes describió: “Algunos experimentan sólo una leve molestia en el sitio de recolección y en el sitio de tratamiento durante unos días después del procedimiento. En cuanto a los resultados, la mayoría de los pacientes comienza a ver mejorías significativas aproximadamente uno a dos meses después de que el tratamiento ha sido completado. Entre las mejoras percibidas los pacientes suelen destacar, menor inflamación y rigidez, junto con una notable disminución del dolor en el área tratada.

Finalmente sobre este aspecto agregó que “el tiempo de recuperación, y el resultado dependerán de la estructura tratada, y de la cronicidad del problema en cuestión”.

El Dr. Dallo destacó que básicamente hay dos problemas que las inyecciones biológicas están ayudando a resolver”.

“El primero –enumeró– es tratar el entorno inflamatorio de la articulación. Es importante tener en cuenta que a veces las personas pueden tener una degeneración significativa de la articulación, pero es posible que no tengan ningún dolor. Si las inyecciones pueden tratar la inflamación y, por lo tanto, el dolor, lo que podemos ver en las radiografías o en la resonancia magnética probablemente no importe. Se trata del dolor y la función. Por lo tanto, mientras no tenga síntomas, no será necesario ningún tratamiento adicional”.

“El segundo escenario es cuando hay una lesión crónica que causa dolor. Este podría ser el caso con el codo de tenista o la tendinitis rotuliana. Cuando la enfermedad ha estado allí durante demasiado tiempo, el cuerpo no la reconoce como una fuente de patología y deja de intentar curarse. El primer paso en el proceso de curación es la inflamación. Por lo tanto, las inyecciones biológicas pueden ayudar a reanudar el proceso de curación al iniciar la primera etapa de curación”, concluyó el traumatólogo.

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