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Salud

“En el Mercosur todavía no están resueltos antiguos problemas de salud”

En una entrevista con Aire Digital, la ministra de Salud de la provincia de Santa Fe, Andrea Uboldi, hizo un repaso sobre algunas fortalezas y debilidades en materia sanitaria en los países del Mercosur y analizó problemáticas regionales compartidas que trascienden fronteras geopolíticas. También, sugirió caminos desde los cuales pensar soluciones

Por Mariano Ruiz Clausen

Andrea Uboldi es médica infectóloga y pediatra. Tiene una vasta trayectoria en el ámbito de la salud pública, tanto en la provincia, como en la ciudad de Rosario donde fue coordinadora del Programa Municipal de Inmunizaciones. En Santa Fe y desde 2008, directora provincial de Promoción y Prevención de la Salud, luego subsecretaria de 1º y 2º Nivel de Atención hasta diciembre de 2017, cuando asumió como ministra de Salud de la provincia.

En el marco del encuentro de presidentes y líderes del Mercosur que se realiza en la ciudad, dialogó con Aire Digital sobre los escenarios, retos y materias pendientes en los sistemas de salud de los países miembro, e hizo un repaso por el sistema público de salud provincial.

—Ministra, ¿cuáles son las problemáticas sanitarias actuales en los Estados miembro del Mercosur y qué medidas deberían o podrían tomarse?

—Una de ellas es que deben enfrentarse a la complejidad creciente de los perfiles de salud, por lo que deberán generar estrategias que permitan revisar la organización y el funcionamiento de sus sistemas. Todavía no están resueltos antiguos problemas y han surgido otros. Para ello debe trabajarse en garantizar el acceso universal de la población al sistema de salud asegurando calidad y eficiencia en la atención; profundizar la regionalización y la planificación estratégica en cada país respetando sus lógicas culturales, históricas, sociales y geografías. ¿Por qué? Porque en general existe una gran concentración urbana de los recursos en salud.  Entonces es necesario mejorar la gestión de los recursos humanos en salud como parte de la descentralización, ya que el problema es que los profesionales persisten concentrados en las grandes ciudades en donde realizan su formación.

“Otro desafío–continuó enumerando la ministra– es la utilización racional de la tecnología ya que la gran amenaza es la exclusiva dependencia científica y tecnológica, el aumento de las inversiones que demandan las nuevas situaciones de Salud y el surgimiento de nuevas tecnologías”.

Profundizando sobre los retos sanitarios para el Mercosur, Andrea Uboldi agregó: “Consideramos vigentes y adherimos a las ideas, pronunciadas en 2002, que se sintetizaron en lo que se denominó «Grandes desafíos de la salud global», como ‘caminos’  y acciones a transitar y consolidar para obtener mejores respuestas”.

Allí se detallaron problemas a superar en los países en desarrollo. La iniciativa, liderada por el doctor Harold Varmus, Premio Nobel de Fisiología y Medicina, estableció 14 desafíos asociados con siete metas, pensadas con el aporte de científicos de 75 países:

–  Mejoramiento del sistema de vacunación de la niñez

– Creación de nuevas vacunas

– Control de insectos (vectores) transmisores de enfermedades

– Mejoramiento de la nutrición para promover la salud

– Mejoramiento de los tratamientos en enfermedades infecciosas

– Curas latentes e infecciones crónicas

– Medición confiable y económica de la salud y la enfermedad en países en desarrollo

“Además -enfatizó la funcionaria– los países miembro del Mercosur debemos trabajar firmemente en línea con los Objetivos de Milenio para el año 2030″.

En 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU ) aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, “una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás”, propuso el organismo, y agregó: “La Agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades”.

Estas intenciones se sintetizaron en el gráfico que se expone aquí:

Los objetivos de desarrollo sostenible
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Fuente: Organización de las Naciones Unidas (ONU)

 

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—Particularmente sobre nuestro país, ¿qué análisis hace de la situación actual y qué soluciones considera posibles?

—En general coincidimos con lo que se describe y propone en el documento “Aportes para el desarrollo humano en argentina 2011. El sistema de salud argentino y su trayectoria de largo plazo: logros alcanzados y desafios futuros”. Allí la OPS, el PNUD y la Cepal describen básicamente tres tipos de fragmentaciones en el sistema de salud nacional: fragmentación regulatoria, de derechos y fragmentación territorial. Además, estos organismos sostienen que debemos dar cuenta de los grandes avances logrados en los indicadores sanitarios, especialmente durante el segundo siglo de vida de la Nación, pero también señalan los desafíos que deben ser enfrentados para alcanzar una cobertura efectivamente universal, equitativa y de calidad.

 

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El documento, con el que la ministra de Salud de la provincia de Santa Fe propone comprender a grandes rasgos la situación nacional, sostiene que “la persistencia de los problemas es una clara muestra de la complejidad de los desafíos y las dificultades en avanzar con las reformas necesarias”. Asimismo, que “las soluciones suelen exceder el ámbito exclusivo de la política sanitaria, dando cuenta de la importancia de considerar los diferentes determinantes del estado de salud de una población“.

Entre esos determinantes se enfatiza que “a pesar de que los recursos que la sociedad argentina destina al financiamiento de la salud (cerca de 10% del PIB) son cuantiosos, la persistencia de viejos problemas y la emergencia de otros nuevos obligarán a encarar reformas que mejoren la eficiencia y la equidad del sistema”.

 

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Por otra parte, el documento señala que “la cobertura de los diferentes seguros, además de fragmentada, es baja. Teniendo en cuenta las limitaciones de los sistemas de protección social basados en el empleo formal, no es esperable una expansión significativa y pronta”.

Además, que “la oferta pública de servicios de salud (universal y gratuita) reproduce los desequilibrios regionales y no logra compensar los problemas distributivos por lo que se es necesario rejerarquizar el rol del gobierno nacional en la compensación de las inequidades”.

Sumado a ello y según este documento, “el gasto de la seguridad social se encuentra repartido entre obras sociales nacionales, PAMI y obras sociales provinciales. Las reformas de la década de 1990 han reducido el efecto redistributivo de las obras sociales. El desafío es integrar los distintos mecanismos y fuentes de financiamiento para alcanzar mayores niveles de solidaridad”.

“El sistema se encuentra débilmente gobernado y regulado. El escaso peso del gasto del gobierno nacional inhibe la coordinación y supervisión de la oferta pública. En consecuencia, la organización de los servicios de atención de la salud en Argentina padece tres tipos de fragmentaciones que obstaculizan la construcción de un sistema equitativo: fragmentación de derechos, regulatoria y territorial”, concluye.

 

 

El Cemafe es uno de los centros de atención ambulatoria más grandes y complejos de Latinoamérica

 

Durante 12 años de gestión el gobierno de la provincia de Santa Fe ha creado, organizado y consolidado un sistema de salud que puede dar muchas pistas para pensar soluciones a nivel nacional y en países limítrofes.

En línea con ello, la ministra de Salud Andrea Uboldi sostiene que la estrategia de gestión del sistema sanitario de la provincia de Santa Fe considera la salud como un derecho, garantizando el acceso y la atención universal, gratuita, de calidad y centrada en la persona.

Para esto, se trabaja en pos de un “sistema integrado, donde el sector público articule con el privado, y pensando en niveles de complejidad que actúen en red”, explicó la ministra.

El primer nivel de atención está vinculado a la “puerta de entrada”, el centro de salud, los Caps o Samcos, que no tienen internación.

Allí́, se resuelven la mayoría de los problemas de salud que tiene la gente. Están distribuidos en distintos puntos estratégicos de la provincia, con equipos ampliados: “Antes había solo un médico y una enfermera, pero de acuerdo a las características geográficas, culturales y demográficas armamos equipos que incluyan, además, personal administrativo para la carga de datos al sistema informático, odontólogos, psicólogos, trabajadores sociales, y especialidades médicas, pensando en qué equipo necesita cada lugar de acuerdo a las características propias”, aseguró la funcionaria.

Ese sistema se comunica con un segundo nivel de atención que en la mayoría de los lugares de la provincia está garantizado por los hospitales de segundo nivel. Por ejemplo, en la ciudad de Santa Fe están el Sayago, el Mira y López o el Protomédico, que tienen ciertas especialidades, algunas prácticas quirúrgicas e internación. Para las dos ciudades con mayor cantidad de población -Rosario y Santa Fe- se pusieron en marcha, dentro de este segundo nivel, los centros de especialidades médicas de atención ambulatoria. Así, el Cemar funciona en Rosario y el Cemafe en Santa Fe.

“El paciente tiene su equipo de referencia en el centro de salud, con su médico de cabecera, y si necesita cierta complejidad saca un turno programado con un especialista para el Cemafe que lo atiende, lo orienta y vuelve luego a su centro de salud, donde está su médico de cabecera, que conoce dónde vive, cómo es su familia, etc.”, describió la funcionaria.

Uboldi detalló que los grandes centros de atención ambulatoria  trabajan con metodología diagnóstica (ecografías, mamografías, tomografías, etc.); laboratorio (controles de embarazo, diabetes, clínicos); área de rehabilitación y de cirugías de baja complejidad que no requieren internación; además del resto de las especialidades.

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“Son estructuras muy innovadoras en Argentina, somos la primera provincia que las tiene y permite la planificación de turnos, de estudios y brindan una mejor capacidad resolutiva que cuando todo está centrado en los hospitales”, aseguró. 

Lo central de este “cambio de concepción” es que evita que la gente haga cola desde la madrugada para que lo vea un médico, con una turnera informática que cambia cada 15 o 20 minutos.

Finalmente, el tercer nivel de atención agrupa a los hospitales que concentran internación y que están muy perfilados hacia la urgencia y emergencia.

Respecto al perfil pediátrico, en Santa Fe se apunta a que toda la atención esté concentrada en el hospital de Niños Orlando Alassia. “Por eso vamos a trasladar la oncohematología pediátrica del Iturraspe al de Niños, que será́ de más baja complejidad respecto al Alassia”, aseguró la ministra.

El gran desafío de todo este modelo de atención, aseguró Uboldi, “es que toda esta red de primer, segundo y tercer nivel dialogue permanentemente. Y que los equipos se conciban como una red y no como hospitales aislados”.

Por último, la funcionaria remarcó tres aspectos más del sistema santafesino: la regionalización de las maternidades, que ordenó dónde debe parir cada mamá, teniendo en cuenta el lugar de procedencia y si el embarazo es normal o de riesgo; el sistema de emergencias y traslados, con postas y convenios firmados con municipios y comunas que permiten intercomunicar la red para que todos los habitantes de la provincia puedan ser trasladados; y la informatización de los datos de los pacientes y sus historias clínicas: “Ahora podemos buscar a los pacientes por su DNI, con nombre y apellido, y está todo su historial en el sistema”, concluyó Andrea Uboldi.

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