menu
search
ROSARIO |

Rosario apuesta por el programa de reciclaje inclusivo

Unas quince personas comenzaron recolectando basura para sobrevivir y lograron condiciones de trabajo más dignas. La planta recicladora procesa más de 150 toneladas de residuos por día.

Desde las primeras décadas del siglo XX en la Argentina existieron los llamados “cirujas”, personas que deambulan por las calles recolectando basura para poder comer, vestirse y garantizar sus condiciones mínimas de vida. Con la actual crisis, estos actores comenzaron a multiplicarse, pero adoptaron un nuevo nombre: cartoneros.

Habitantes de las periferias de las grandes ciudades del país se lanzan todos los días a recolectar cartones, plásticos y otros materiales reciclables que luego pueden revender y de esta forma subsistir.

Leer más ►Paula Perassi buscó cómo hacerse un aborto y escribió una carta antes de desaparecer

La Municipalidad de Rosario viene trabajando en implementar sistemas de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos como una necesidad para mitigar el impacto ambiental que produce la mala gestión de residuos, concebida bajo la lógica de mantener la ciudad limpia.

En ese marco, los rosarinos dieron luz verde a un Centro de Tratamiento de Residuos en un terreno cerca de la ciudad de Pérez, donde estaba el relleno sanitario Gallego. Allí, trabajan unos 15 empleados organizados en forma de cooperativa que antes eran cartoneros, junto a otros 20 empleados municipales de la Escuela de Jardinería, de los cuales la mitad son personas con capacidades diferentes.

Trabajdores en acción

Rosario dejó de mirar a los recicladores de base sólo como una población marginal y como un producto de la exclusión social, y comenzaron a percibirlos y tratarlos como un sector de trabajadores ambientales.

“Compañeros recicladores” es una cooperativa compuesta por recuperadores informales que antes trabajaban recolectando la basura del relleno sanitario y ahora trabajan en la separación de residuos en la planta de compostaje junto con empleados municipales.

Leer más ►A siete años de la desaparición de Paula Perassi

La planta funciona como elemento integrador que incluye a ex cartoneros y a personas con capacidades diferentes. Esa combustión de mutua integración nutre a los integrantes que reciclan por día unas 150 toneladas de residuos. Además, garantizan la salubridad a las personas que antes ponían el cuerpo sin protección en los rellenos sanitarios.

Este proceso recibe todos los días unos 18 camiones que descargan los residuos, lo que representa casi el 20% de lo que produce la población de Rosario.

La ciudad se dispone y transita por caminos de aprendizaje con clara apuesta potencial para generar un cambio sistémico en la gestión de residuos que luego lleva al cierre de basurales a cielo abierto.

Dejá tu comentario