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Marruecos: tierra de Dios

El Reino de Marruecos se encuentra en la parte noroccidental de África, separado de España por el Estrecho de Gibraltar. Limita al norte con el Mar Mediterráneo y al sur con el Sáhara Occidental.

La diversidad geográfica contribuye a que el país presente una importante variedad de especies vegetales y animales. Posee un clima mediterráneo siendo sus inviernos templados con temperaturas entre 10 y 14 grados y los veranos entre 25 y 30 grados.

 

 

La capital de Marruecos es Rabat y los idiomas oficiales son el árabe y el francés aunque el español es muy hablado en la parte norte del país.

El término Marruecos en otras lenguas procede del nombre de la antigua capital imperial Marrakech, que en bereber significa Tierra de Dios.

Para los amantes de la historia y de la cultura hay numerosos sitios arqueológicos y museos que podrán disfrutar, así como sus extensas playas de arenas blancas y aguas transparentes.

La arquitectura es el elemento más destacable del arte musulmán magrebí. Los edificios religiosos como los minaretes son distintivos y el Islam se aprecia en cada uno de los rincones de este majestuoso país en sus mezquitas y plazas.

Los monumentos religiosos más conocidos se encuentran en Fez y en Marrakech. Las denominadas medinas, rodeadas de murallas con plazas y calles que albergan los mercados o zocos, encierran las Mezquitas, desde cuyos minaretes se llama a los fieles a orar cinco veces al día. Para quienes puedan viajar a este destino es indispensable tomar un café en sus maravillosas terrazas que se abren a plazas coloridas y tumultuosas.

Ciudades como Fez, Marrakech, Meknés y Rabat han sido denominadas ciudades imperiales ya que fueron asiento de gobierno de distintas dinastías que han reinado hasta el día de hoy.

Es visita obligada Casablanca, el puerto más importante de Marruecos y donde se encuentra la mezquita de mayor tamaño del país, levantada por el Rey Hassan II a fines del siglo XX, siendo la única que es posible visitar en su totalidad por los no musulmanes.

Durante los meses de septiembre y octubre, hay diferentes salidas grupales, época ideal para disfrutar de éste país que los sorprenderá, pudiendo combinar perfectamente con España y Portugal.

 

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