La grieta y la disputa que partió a la Argentina

La grieta y la disputa que partió a la Argentina

Un país enfrentado y cada argentino o argentina teniendo que tomar postura por un lado u otro. Así se vivió el 2008 en la Argentina, año en que comenzó “la grieta” que dividió a gran parte de la sociedad y marcó un quiebre para la historia reciente del país.

POR AGUSTÍN VISSIO

El 2008, marcó el inicio de “la grieta” en la Argentina. La resolución 125 impulsada por la presidenta de aquel momento, Cristina Fernández de Kirchner, polarizó al país. “El Campo” por un lado, el “kirchnerismo” por el otro. Posturas contrapuestas que se fueron tornando en diferencias irreconciliables y huellas que aún persisten.

“La grieta es un tipo de conflicto político que le dio estructura y marco al espacio político nacional desde 2008 hasta la actualidad. Es un tipo de conflicto polarizado, esa es su característica central”, le explicó a AIRE Gabriel Obradovich, licenciado en Sociología, doctor en Ciencias Sociales y docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL.

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Cortes de ruta, marchas y contramarchas, marcaron una época violenta de la nación.

Cortes de ruta, marchas y contramarchas, marcaron una época violenta de la nación.

Por otra parte, Claudio Morresi, Licenciado en Ciencia Política y Doctor en Ciencia Política, añade que lo que ocurrió “tiene que ver con una polarización política muy fuerte en la cual los actores de un lado y del otro impugnan el carácter democrático del otro”.

Lo que sucedió fue “que un sector de la sociedad impugnaba al partido gobernante y a los sectores que los apoyaban. Eso pasó aún cuando ese sector de la sociedad, que era muy heterogéneo, no tenía una representación política clara, ni necesariamente un proyecto de país”, agregó el académico.

“La 125”

El 11 de marzo de 2008 fue un punto de inflexión en la historia de la República Argentina. Ese día, el ministro de Economía de la Nación, Martín Lousetaeu, dio a conocer la “resolución 125”. Se trataba de un anuncio que modificó la alícuota de retenciones al sector agropecuario y prendió la mecha de un conflicto que fue escalando.

Martin Lousteau contra el campo "Las medidas no se van a cambiar" 2008 DiFilm

En un contexto internacional donde los precios de las commodities subían, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner decidió aplicar una fórmula que transformó el porcentaje retenido en móvil.

Eso significaba que si el precio de la soja en Chicago rompía el piso de los 200 dólares, la tonelada no pagaría retenciones (retenciones cero). Pero si el valor alcanzaba los 400 dólares, la retención era de 35,75% y si superaba los 600 dólares la retención era de 49,33%.

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Cristina Fernández de Kirchner, Martín Louesteau y Julio Cobos.

Cristina Fernández de Kirchner, Martín Louesteau y Julio Cobos.

Esta medida generó que las organizaciones rurales convocaran a un paro de 48 horas. Eso era simplemente el comienzo de un conflicto que se extendió por más de cuatro meses.

Paralelamente, a nivel internacional el valor de la soja seguía en alza y en los primeros días de julio superó el techo de los 600 dólares por tonelada, lo que implicó un aumento del 128% en dólares desde comienzos de 2007.

Conflicto

La medida económica que tomó el gobierno despertó un fuerte repudió en los sectores vinculados al “campo”. La Mesa de Enlace integrada por Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA) y Coninagro anunció que tomarían medidas y el 12 de marzo inició una huelga y un parate en la comercialización de granos.

Ecos del conflicto del campo

La política oficialista no solo fue mal vista por los “productores”, como se los rotuló en aquel momento, sino que generó una ola de rechazos a nivel social. Rápidamente, organizaciones y porciones importantes de la ciudadanía se posicionaron para “defender al campo”.

Cortes de rutas, movilizaciones masivas en distintas ciudades -principalmente del centro del país- marcaron el pulso de la agenda informativa durante los 128 días que duró el conflicto.

Los espacios políticos afines al gobierno no se quedaron de brazos cruzados y salieron a defender la medida y disputar el espacio público. “Lo que comienza el ciclo de la 125 es ver al adversario político como un actor no plenamente democrático. Si el otro no es democrático, vos no tenés que negociar, ni acordar, ni nada. Simplemente tenés que enfrentarlo y esto se convirtió en algo mutuo”, le detalló a AIRE el Doctor en Ciencia Política Morresi.

“El kirchnerismo vs El campo”

Marchas, cortes de ruta con tractores, cacerolazos, escraches e insultos hacia la vicepresidenta al grito de “yegua”, fueron parte de los hechos llevados adelante por “el campo” en una época en donde cada acción tenía una respuesta.

Los anuncios de “visitas fraternales” para que legisladores y legisladoras no aprueben lo enviado por el Ejecutivo, también marcaron el pulso de una discusión que se tornó, por momentos, muy violenta.

En los espacios afines al gobierno también impulsaron movilizaciones y realizaron convocatorias para “evitar un golpe de Estado", como lo definió Luis D'Elía. La presidenta decidió judicializar lo que estaba ocurriendo por "violar las leyes de abastecimiento y seguridad" y fue Cristina Fernández quien caracterizó a las acciones rurales como “protestas de la abundancia”.

El país vivía una crispación social que escalaba día a día.

AV-2194 [Cadena nacional: Fernández de Kirchner responde al lockout de la dirigencia rural] (frg II)

“Desde los sectores que apoyaron el reclamo de la Mesa de Enlace, había una impugnación a un gobierno que percibían como poco republicano, poco pluralista y que no respetaba los derechos básicos de las personas. Incluyendo desde el derecho de propiedad hasta el derecho político”, explica Morresi.

Una de las movilizaciones más grandes se produjo el 25 de mayo en el Monumento a la Bandera de Rosario. "Señora Presidenta, el campo está revelado, no vamos a aflojar, la lucha sigue", dijo allí el ruralista Alfredo De Angeli.

Por otra parte, según el Licenciado en Ciencia Política “desde el gobierno nacional se impugnaba a los sectores que se llamó ‘el campo’, que era mucho más complejo, acusándolos de ser los mismos que habían implantado la dictadura, los mismos que habían derrocado a Perón en el ‘55, de ser intereses corporativos, antidemocráticos”.

La movilización era tal que el expresidente Néstor Kirchner estuvo presente junto a la militancia en más de una marcha de apoyo al gobierno.

Acto de la Mesa de Enlace - Parte 1

En su libro Sinceramente, la expresidenta menciona que un sector de la clase media “se identificó con las patronales agropecuarias, popularizadas como el campo por los medios de comunicación, especialmente por Clarín y La Nación, que se constituyeron en brutales opositores. No fue un odio específico a mí. Creo que es al revés; más jauretchiano, una clase media que dice todos somos el campo, yo soy el campo, soy este señor con el sombrero, con la 4 x 4, la ropa de Cardón, yo soy eso, aunque no tenga tierra ni en una maceta. Así empieza esa identificación aspiracional del rastacuero, como decía Arturo Jauretche”.

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El ruralista Alfredo de Angeli  dijo

El ruralista Alfredo de Angeli dijo "Señora Presidenta, el campo está revelado, no vamos a aflojar, la lucha sigue".

“La grieta tiene la característica de que es bipolar. Un tipo de conflicto que resulta ordenador de todo, en el caso de la grieta, rondó en torno al kirchnerismo-antikirchnerismo. Supone la exclusión del otro, el otro es lo que no es democrático, lo que no es social, lo que no es solidario. Es portador de los peores valores y ante eso nos movilizamos”, argumentó el sociólogo Gabriel Obradovich.

Morresi complementa el concepto afirmando que este suceso “provocó una movilización de nuevos actores que hasta ese momento no estaban políticamente movilizados”.

La ley que no fue

Para ratificar la decisión política de la resolución 125, Cristina Fernández anunció el envío al Congreso del proyecto de ley de Retenciones y Creación del Fondo de Redistribución Social el 17 de junio de 2008.

Esa misma iniciativa contemplaba un régimen de compensaciones a pequeños productores de soja o girasol (Resolución 284/08) y las compensaciones para el transporte de soja y girasol generados en las provincias extrapampeanas.

Las retenciones, al Congreso

El fondo de redistribución social que mencionaba la iniciativa estaría financiado por la recaudación de las retenciones que excedieran el 35%. Tenía como objetivo costear la construcción de hospitales y centros de salud públicos, viviendas populares y caminos rurales. La legislación también contemplaba compensaciones a pequeños productores.

Con modificaciones impuestas por el oficialismo y la oposición, el 5 de julio la Cámara de Diputados aprobó por 129 votos a favor, 122 en contra y dos abstenciones el proyecto del Poder Ejecutivo. La norma contaba con 26 artículos y cinco capítulos.

La expresidenta asegura en "Sinceramente" que “las retenciones no eran medidas fiscales, sino profundas medidas redistributivas del ingreso (…) ¿Cómo se hace la redistribución del ingreso si no es, precisamente, sobre aquellos sectores que tienen rentas extraordinarias?”.

“Mi voto es no positivo”

El 17 de julio se discutió la iniciativa en el Senado. Después de una maratónica sesión, la votación terminó empatado en 36 votos. Tras ese resultado cobró importancia la figura del vicepresidente Julio Cleto Cobos quien debió desempatar.

Intentó un cuarto intermedio pero el jefe de la bancada oficialista, Miguel Pichetto, lo rechazó y avizorando lo que se venía le respondió: “Jesús le dijo a los discípulos, lo que haya que hacer hagámoslo rápido”.

Minutos después y en un clima sumamente caldeado, Cobos comunicó su rechazó: “Que la historia me juzgue, pido perdón si me equivoco. Mi voto no es positivo”.

El momento de la votación de Cobos

En medio en que escalaba el conflicto, el ministro de Economía, Martín Lousteau, presentó su renuncia el 25 de abril y en su lugar asumió Carlos Fernández.

A pocas de que el Senado rechazó la iniciativa del Poder Ejecutivo, Cristina Fernández firmó el Decreto 1176/08 y dispuso al titular de Economía la “limitación” de la Resolución 125/08, restableciendo las medidas anteriores (retenciones a tasas fijas para los granos exportados).