A partir del luctuoso hecho, los vecinos volvieron a pedir al Municipio por la instalación de un semáforo y de reductores de velocidad.
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“Fue un hecho lamentable, en una esquina conflictiva, como todos los lugares donde se están haciendo obras”, lamentó el funcionario.
Lavatiatta explicó que “esa esquina pasó de ser de tierra a tener un pavimento flexible, como parte del plan para 50 cuadras encarado en el marco del Acuerdo Capital. Esa obra todavía no se terminó, la Provincia no se la entregó al Municipio aún“.
Sin embargo, aclaró que “cuando se reanudó el tránsito en el lugar, se pusieron señales de tránsito y respecto a la restricción de camiones, pero no se respetan ninguna de las dos, y muchos de los carteles han sido arrancados. La gente tampoco respeta las velocidades máximas: la calle pasó de tierra a asfalto, pero no se cambió la forma de circular”, afirmó, y detalló que la Municipalidad hace “dos operativos diarios, pero no son suficientes”.
“Cuando la obra sea entregada, colocaremos un semáforo en esa esquina. Si podemos, lo haremos antes”, prometió.
Respecto a los reguladores de velocidad, dijo que es una idea en la que no se ha avanzado debido a la oposición de los conductores: “Cuando proponemos instalar reguladores de velocidad, la gente nos insulta y nos dice barbaridades a través de los medios de comunicación y de las redes sociales”, recordó.
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