menu
search

“Las tragedias muestran que éste es un país sin justicia, sin control y sin sanciones”

El trágico siniestro vial ocurrido en Mendoza, que le costó la vida a 15 personas, desató una vez más la polémica por la falta de control en las rutas del país y en el transporte de pasajeros. En A Media Tarde conversamos con Sergio Kohen, padre de Nicolás, víctima de la tragedia del Colegio Ecos, ocurrida en 2006 en la Ruta Nacional 11 cerca de la localidad de Margarita.

“Nos da mucha tristeza ver que en un país hay aspectos en los que no se avanza, y 10 años después se repite la misma historia y por las mismas causas. Las dos eran tragedias evitables: nosotros insistimos en que no son accidentes, son siniestros viales evitables“, expresó.

“Se nos toma como referente cada vez que pasa algo así por lo que hemos vivido, pero somos simples padres y ciudadanos. Tenemos una ONG desde la que luchamos con muchísimo esfuerzo para que las cosas cambien pero nos encontramos permanentemente con estas barreras. Ustedes lo saben de cerca porque constantemente viven lo que es la Ruta 11, donde murieron nuestros hijos: es la ruta principal para viajar hacia el norte y sin embargo es una ruta sin banquinas, con sólo dos manos, sin controles, se sigue vendiendo alcohol. La Justicia de Santa Fe es pésima y corrupta: las maniobras dilatorias estaban hechas para dejar morir la causa y hacer que prescriba”, manifestó el entrevistado, indignado y dolido.

“Causa Ecos: La Corte decidió la prescripción”

Kohen sostuvo que nada hemos aprendido como sociedad de los dolorosos hechos que ocurren año a año: “Las tragedias sirven sólo para demostrar que este es un país donde no hay justicia, no hay control, no hay sanción. Para demostrar que la vida de una persona que se muere en la ruta vale mucho menos que la de alguien que viaja en avión. Los aviones tienen todas las medidas de seguridad: si a un piloto se le vencen las horas, el avión no sale; en cambio los micros de larga distancia tienen choferes con rebote, que manejan 20 o 24 horas, van, vuelven, mal-descansan. Estamos hace 10 años pidiendo que se controle el descanso de los choferes”, enumeró.

El entrevistado explicó cómo deben proceder las personas e instituciones que contratan una empresa privada para viajes particulares: “Los colegios y los padres tenemos que llamar a la CNRT y pedir la inspección del ómnibus el día de salida. Hay que llamar 72 horas antes al 0800-333-0300 y pasar la patente y el DNI de los choferes”, detalló.

Para Kohen, “Muchos padres no lo hacen por desconocimiento o por costos. Pero ahí entra a jugar el rol del Estado: nadie se imagina que un avión de aerolíneas argentinas salga sin control. Bueno, con los colectivos sí pasa. Para cada viaje, la CNRT debería emitir un certificado sin el cual el micro no sale”, argumentó.

 

 

Dejá tu comentario