En febrero, la Subsecretaría decidió que los Gigliotti debían entregar a “Kiki” para que sea trasladado a una nueva familia solidaria en la localidad de San Carlos: la madre biológica del pequeño había tenido otro hijo, y los funcionarios pretendían que “Kiki” se vincule con el recién nacido, que también permanecía con una familia transitoria. A pesar de las lágrimas, el dolor y la solidaridad que generó el caso en la comunidad, Sergio y Cristina debieron dejar en la Subsecretaría de Niñez al niño que habían cuidado durante tanto tiempo. Recurrieron a la Justicia, pero la jueza de Trámites, Susana Romero, respaldó a la Subsecretaría y ordenó que el menor continúe en San Carlos.
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Los Gigliotti apelaron, y este martes se conoció que la Sala Segunda de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial revocó el fallo de la jueza Romero. El tribunal compuesto por los magistrados Eduardo Sodero, Luciano Francisco Pagliano y Armando Drago dispuso que “Kiki” deberá permanecer bajo la tutela excepcional de la familia Gigliotti hasta que se inicien los trámites de adopción. La decisión se fundamentó en el principio del interés superior del niño.
La situación de adoptabilidad del pequeño ya fue determinada, por lo que ahora corresponde a la Subsecretaría de Niñez buscar entre las familias inscriptas al RUAGA una que sea adecuada para adoptar a “Kiki”. Legalmente, las familias solidarias no pueden inscribirse al RUAGA, por lo que estaría cerrada la posibilidad de que el menor pueda ser adoptado por Sergio y Cristina, por lo que su permanencia con ellos sería, nuevamente, temporal.
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