Allí el exmandatario estaba desde el jueves, tras la orden de detención dictada por el juez Sérgio Moro. Afuera, los manifestantes coreaban consignas de resistencia e intentaban vulnerar las vallas. Lula intentó esta tarde salir en un auto gris sin poder lograrlo.
Tampoco sirvió una maniobra de distracción mediante la cual un automóvil negro se mostraba listo para salir por otro de los accesos del edificio. Se espera que una vez detenido, Da Silva seá trasladado a Curitiba, donde será encarcelado.
En esa localidad, las autoridades reforzaron la seguridad antes de la llegada de Da Silva. La policía decidió alinear barreras de efectivos para mantener separados a partidarios y adversarios del expresidente.
Fuente: www.perfil.com
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