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Economía FMI | Mauricio Macri |

El Gobierno atenuará las subas de tarifas previstas a fin de año

En la última comida entre el presidente Mauricio Macri y los gobernadores y dirigentes de la UCR, en Olivos, se llegó a un acuerdo político trascendente en términos económicos y electorales. Los radicales pidieron que el Gobierno modere los aumentos de tarifas de gas y luz en el segundo semestre, y la Casa Rosada accedió al pedido. Las subas serán sensiblemente menores.

“Es cierto, las subas de tarifas que iban a ser de entre 50 y 80% en septiembre u octubre, en gas y en energía eléctrica, se reducirán drásticamente”, afirmaron desde Casa Rosada.

En el centenario partido preocupa el impacto político, social y económico que generará esa suba en el contexto de recesión de la economía que vive el país tras las últimas turbulencias cambiarias.

En realidad, el acuerdo se había comenzado a gestar en una reunión previa, horas antes, en la Casa Rosada. En el despacho del jefe de Gabinete, Marcos Peña, los radicales se reunieron con él, y con los ministros del Interior, Rogelio Frigerio, y de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Los visitantes eran los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), titular del comité nacional de la UCR; Gerardo Morales (Jujuy), y Gustavo Valdes (Corrientes). Tenían que negociar el recorte fiscal con el Gobierno para cumplir con las metas firmadas con el FMI en la ley de presupuesto 2019, pero también había quejas políticas.

También los acompañaban los jefes de los interbloques de Cambiemos, el senador Ángel Rozas y el diputado Mario Negri, de la UCR, y el exsenador Ernesto Sanz.

Los radicales, de paso, también plantearon quejas por las críticas a la UCR de la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que dijo en esos días que al radicalismo lo podía manejar “desde afuera”. Pero un tema de fondo fueron las elecciones presidenciales de 2019 y el desgaste político del Gobierno tras la crisis cambiaria y el ajuste fiscal por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Si se viene un nuevo tarifazo, difícilmente podamos resistir la nueva embestida del peronismo y del kirchnerismo en el Congreso. Un aumento demasiado pronunciado puede hacer volar por los aires un posible acuerdo con la oposición por la ley de presupuesto 2019”, deslizó un encumbrado dirigente del radicalismo ante Dujovne.

Peña y los ministros se comprometieron a estudiarlo. El mismo reclamo recibió Macri horas después en Olivos. A las pocas horas, el Gobierno respondió afirmativamente al pedido radical.

Este freno tarifario se compensaría con más subsidios del Estado y se ralentizaría la poda de subsidios económicos, clave para disminuir el gasto público y bajar el déficit. En los primeros cinco meses de este año, el Estado disminuyó en casi un 30% el gasto de esas transferencias respecto de 2017, según la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP).

También Carrió propuso recientemente una agenda volcada a favorecer a las pymes y ahora trabaja en conjunto con el ministro de Producción, Dante Sica, en un plan de promoción de exportaciones.

Macri hace malabares para afianzar la solidez de la alianza Cambiemos frente a tantos conflictos cruzados, entre ellos, el ajuste y el debate por la ley de aborto.

“Los aumentos de tarifas no serán de la magnitud que estaban planeados, se reducirán bastante, pero todavía no se definió la magnitud”, dijo un alto funcionario.

Fue la única decisión de Macri en contra del ajuste fiscal, que se profundizó en estos días. En la semana se conoció que el recorte del déficit, para llegar a la meta de 1,3% del PBI, será de $ 300.000 millones en 2019, y no de 200.000 millones.

Y pese a que el Gobierno había dicho que no se discontinuarán obras públicas, la semana última el Gobierno informó que no está el financiamiento necesario para la construcción de la represa Chihuido en Neuquén, de  u$s 2.200 millones, y el consorcio alemán que se la adjudicó expresó su malestar.

Por el ajuste, también el Gobierno evalúa postergar las represas Cóndor Cliff y Barrancosa, en Santa Cruz.

Y el acuerdo con los gobernadores implicará recortes de transferencias de la Nación a las provincias en gastos de salud, educación, obras públicas, subsidios a la energía y el transporte.

Las subas del 50 al 80% se explicaban por la devaluación y por el aumento del barril de crudo en el mundo. Pero las necesidades políticas, el reclamo radical y el reciente desgaste de Macri en las encuestas convencieron al Gobierno de postergar parte de esos aumentos. En el Gobierno no saben todavía si serán antes o después de las elecciones presidenciales de 2019. “Eso es hacer futurología”, dijo un funcionario. Y no está previsto aumentar tarifas en el transporte, según confirmaron cerca del ministro de Transportes, Guillermo Dietrich.

Fuente: LA NACION

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