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Como con los agroquímicos, el agro podría volver a ser estigmatizado (y condenado) por el maltrato animal

Por Bichos de Campo

Por fortuna existe la Fundación Barbecheando, que se dedica a monitorear los temas de interés agropecuario dentro del Congreso de la Nación, allí donde no suelen discutirse cosas que ayuden al productor pero sí se discuten con asiduidad asuntos que le complican más la vida.

Esta introducción para contar que, por fortuna, Florencia Ricchiuti, que integra esa Fundación, advirtió lo que está sucediendo en el Palacio Legislativo, donde “diferentes representantes de organizaciones proteccionistas pidieron por el aumento de penas para el maltrato y crueldad contra los animales”.

Elogiamos el trabajo de Barbecheando porque ella está haciendo el trabajo que los dirigentes agropecuarios están dejando sin hacer. Es lo mismo que sucedió en Entre Ríos con el conflicto por los agroquímicos: las entidades rurales se “durmieron” pensando que era imposible que prosperasen los amparos por la aplicación de agroquímicos en torno a escuelas rurales. Pero la Corte Suprema provincial ya emitió dos fallos estableciendo distancias vedadas muy exageradas, de 1.000 metros. Luego, cuando una marcha de productores llegó a las puertas del tribunal, el juez los recibió y les dijo a los ruralistas que ellos nunca le habían acercado la posición del sector y mucho menos un estudio técnico. Se durmieron, y el tribunal actuó con los elementos que tenía sobre la mesa.

Bueno, ahora el tema del maltrato animal anda rondando. Y puede resultar tanto o más peligroso que el conflicto por los agroquímicos si el sector no actúa con rapidez. Lo dice con claridad Ricchiuti en su informe sobre la reunión plenaria de comisiones de Legislación General y Legislación Penal que se reunió esta semana para hablar del asunto. “Los diputados aspiran a alcanzar un dictamen consensuado. Si la iniciativa abarca todo tipo de animales y no sólo domésticos, la actividad ganadera estaría comprometida”, advirtió con todas las letras.

También en este asunto el agro parece estar dormido. El tiempo para que los dirigentes agropecuarios (y los especialistas en bienestar animal que tiene el sector, que son muchos y muy buenos) presenten sus argumentos ya pasó.

Cuenta Florencia que “terminaron las audiencias públicas donde pasaron más de cien expositores que se refirieron a la necesidad de la reforma de la Ley de Maltrato Animal, que data de 1954, en pos de aumentar las penas”.

“Casi la totalidad de los representantes provienen del proteccionismo de animales domésticos, es decir, sus ponencias se refirieron al abandono y vagabundeo de perros y gatos y la propuesta de la castración masiva y los dispensarios públicos. Pero también señalaron la necesidad de terminar con las cuadreras, novilladas, jineteadas. La tracción a sangre fue una de las prácticas más repudiadas. Algunos expositores también cuestionaron los métodos de feedlot y la alimentación forzada de cerdos y aves, el traslado de animales, el hacinamiento y la utilización de antibióticos sin fines terapéuticos”, advirtió la experta de Barbecheando.

Daniel Lipovetzky, del PRO porteño y titular de la Comisión de Legislación General, fue quien llevó la agenda de temas. Son estos:

Hacia el final de la jornada, Lipovetzky se comprometió a “sacar la mejor ley posible con la diversidad de observaciones que tenemos” y reconoció tener “la responsabilidad y un desafío enorme de lograr un dictamen de consenso y de protección a los animales”.

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